Hablar de inercia es mencionar un parámetro físico que todos a diario necesitamos vencer para poder movernos, pero entendiendo que no todos conocemos el concepto del mismo, se define inercia como la resistencia que presentan los cuerpos para poder moverse, como por ejemplo imagínese un carro toda la inercia que tienen que vencer para provocar un movimiento, tiene que producir una fuerza mayor que la de su propio peso.
Cuantos de nosotros nos hemos detenido porque el peso de las circunstancias es mayor que el movimiento de los objetivos que nos hemos trazados, muchas veces nos hemos propuesto metas que han sido abandonadas o en otras ocasiones tenemos promesas de parte de Dios que no han sido cumplidas porque no hemos roto la inercia.
En este día quiero invitarte a la Biblia al libro de Jueces capítulo seis. Dios llamó a Gedeón a través de un ángel mientras él estaba guardando el trigo de los enemigos madianitas que se encargaban de destruir todas sus cosechas, y el ángel le dijo: Jehová está contigo varón esforzado y valiente, Gedeón se rehusó al llamado preguntándole a Jehová donde él había estado por todo el mal originado a su pueblo y Dios sólo le contesta ve con esta tu fuerza y salvarás a Israel de mano de los madianitas y después de esto lo que vino fue una victoria aplastante sobre el ejército madianita con apenas trescientos hombres.
Debido a sus cualidades fue digno de ser mencionado entre los héroes de la fe por el hebreísta en el NT (Hebreos 11:32). Este pasaje bíblico nos deja varias enseñanzas.
Primera: a veces pasamos situaciones en nuestras vidas que nos acostumbramos a ellas, en vez de buscar una solución definitiva al problema, buscamos soluciones provisionales que al cabo de un tiempo vamos a estar viviendo la misma situación. Gedeón tratando de esconder el trigo y Dios lo que quiere es que destruya quien te roba el trigo y no que esconda el trigo de quien te lo roba.
