Todos los ríos, sean grandes o pequeños, absorben oxígeno y emiten dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero como el metano. El proceso se basa en una compleja serie de reacciones químicas auspiciadas por organismos diminutos como las bacterias y las algas.
Los investigadores han descubierto que igual que los humanos tomamos oxígeno y liberamos dióxido de carbono, inhalamos y el aire se mueve desde la nariz hasta la garganta y finalmente en los pulmones y exhalamos una mezcla de oxígeno y dióxido de carbono por nariz y boca.
Asimismo, los ríos hacen lo mismo a través de pequeños organismos y materia orgánica y han publicado un estudio en el que detallan la respiración de muchos tipos de arroyos y fríos.
Fuente: Muy interesante