Jerusalén, (EFE).- Israel vuelve a cerrar sus fronteras a todos los extranjeros durante dos semanas para contener la propagación de la variante ómicron de la covid-19, de la que ya hay un primer caso en el país.
En gabinete interministerial de coronavirus se reunió esta noche de urgencia durante más de tres horas y decidió el cierre de los aeropuertos a vuelos internacionales de todo el mundo, así como reimponer la cuarentena obligatoria a los israelíes que regresen al país.
Israel se convierte así en el primer país del mundo en blindar completamente sus fronteras ante esta nueva variante y las nuevas restricciones entrarán en vigor la medianoche del domingo 29 al lunes 30 de noviembre, 24 horas después de su anuncio.
El Ministerio de Salud confirmó el viernes un primer caso de contagio con la nueva variante -un ciudadano israelí procedente de Malawi- y en estos momentos hay al menos otros siete casos sospechosos de estar infectados con la ómicron.
Los ciudadanos israelíes que regresen al país desde el extranjero deberán someterse a una cuarentena de tres días si están vacunados y de siete si no lo están; y en ambos casos necesitarán una PCR negativa antes de salir de aislamiento.
Para los extranjeros que, bajo casos excepcionales, puedan ingresar a Israel deberán hacer cuarentena en los llamados «hoteles covid» controlados por el Estado y bajo estricta vigilancia.
Israel decidió ayer incluir a 50 países africanos -todos excepto el Magreb y Egipto- en la «lista roja» ante la aparición de la nueva variante, mucho más contagiosa y resistente al tener más de 30 mutaciones, lo que prohíbe con viajes a y desde esos lugares bajo multa de 5.000 shékels (1.386 euros).
Los israelíes y residentes permanentes que regresen de alguno de los países de la «lista roja» deberán completar una semana de cuarentena en un «hotel covid» y luego otra semana en su domicilio.
«Aquellos que no han sido vacunados con la dosis de refuerzo están renunciando voluntariamente a tener esa protección esencial en un momento crítico», dijo el primer ministro, Naftali Benet, al inicio de la reunión, además de animar a las familias a que inmunicen a los niños de entre 5 y 11 años, una campaña que Israel empezó esta misma semana.
El gabinete también decidió restablecer que sea el Shin Bet (la Agencia de Seguridad de Israel) quien se ocupe de vigilar el estricto cumplimiento de las cuarentenas mediante el rastreo de los teléfonos móviles para cualquiera que de positivo al regresar de un país de la «lista roja».
El gobierno también decidió reducir el número de personas que se pueden reunirse en actos públicos, al pasar de 100 a 50, presentando el Pasaporte Verde, que acredita que son personas vacunadas o recuperadas de covid-19, aunque se mantienen los eventos por la festividad de Hanuka, una de las más importantes del calendario judío que empieza mañana, domingo. EFE