PUNTA CANA. En diversas partes del mundo, la orina ha dejado de ser simplemente un desecho para convertirse en un recurso valioso. Desde los campos de cultivo hasta la Estación Espacial Internacional (EEI), este líquido amarillo ha demostrado su potencial como fertilizante.
En Estados Unidos, Francia, Nepal y Ucrania, los agricultores han recurrido a la orina para enriquecer sus tierras. Pero no solo en la Tierra se aprovecha este recurso. Incluso en el espacio, los astronautas reciclan su orina para cultivar tomates.
El proceso de creación de este fertilizante es fascinante. En un experimento chileno, se mezcla agua de mar (que proporciona el magnesio necesario) con la orina de familiares, amigos y los cinco miembros del equipo de investigación. La doctora Crutchik, acompañada por dos estudiantes de pregrado y otros dos de posgrado, lidera este proyecto.
La elección de utilizar orina cercana se debe a la dificultad de encontrar voluntarios dispuestos a donar. Muchos se sienten avergonzados o mal informados, lo que los hace dar un paso atrás. Sin embargo, Amparo Henríquez, una de las colaboradoras, cree firmemente en la utilidad de este enfoque para el futuro.
Después de unos días de reposo, la combinación de ambos líquidos desencadena una “precipitación del fósforo”. Este proceso solidifica el mineral en cristales blancos del tamaño de un grano de arena, listos para ser utilizados como fertilizante.
La experta estima que unos 500 gramos de estos cristales podrían fertilizar una tonelada de tierra para cultivar tomates. La cantidad de cristales formados varía según la calidad del líquido y los nutrientes presentes. Incluso la frescura de la orina (si es la primera del día o no) afecta el resultado.
Esta técnica prometedora podría revolucionar la agricultura. Si la orina humana se reciclara a nivel mundial, se podría reemplazar hasta el 20% de los fertilizantes sintéticos por estos cristales. Crutchik espera calcular el impacto total a finales de año.
En resumen, la orina, una vez considerada un desperdicio, se ha convertido en un recurso valioso que podría contribuir a un futuro más sostenible y productivo.