Parece que, en lo que respecta a invertebrados, no todos tienen una esperanza de vida tan corta a pesar de sus llamativos colores. Hablamos del escarabajo joya dorado (Buprestis aurulenta), una especie del género Buprestis, descubierta por el científico y naturalista sueco Carlos Linneo en 1767.
No solo destaca por su apariencia llamativa sino también por su increíble longevidad entre los invertebrados. Este insecto presenta unos espectaculares brillantes colores metálicos que van desde el dorado y el cobre hasta el verde esmeralda, dándole más apariencia de una pieza de joyería hecha a mano que a de organismo vivo.
Su iridiscencia se debe a lo que se conoce como coloración estructural, un fenómeno en el que las estructuras microscópicas del exoesqueleto del escarabajo reflejan y refractan la luz para producir tonos vivos.
Así logra un doble objetivo: por un lado camuflarse entre el follaje de su hábitat y, por tanto, protegerse contra posibles depredadores y otro, servir de regulador de su temperatura corporal -al reflejar la luz solar- así como para atraer a posibles parejas para su reproducción.
Es originario de América del Norte, con poblaciones que se encuentran principalmente a lo largo de la costa oeste, desde California hasta Columbia Británica. Su hábitat preferido son los bosques de coníferas.
Longevidad
Mientras que algunos escarabajos pueden vivir apenas unas pocas semanas o incluso algunos meses, este escarabajo puede llevar a sobrevivir hasta cinco décadas.
Esta vida prolongada se debe en gran medida a su etapa larvaria, que puede durar entre uno y cuatro años, según las condiciones ambientales pero se han documentado casos de escarabajos que han emergido tras 15 o 20 años.
Mientras se encuentran en esta etapa, están ocultos debajo de las cortezas de los árboles, lo que le permite desarrollarse en un entorno protegido en el que pasa desapercibido hasta que encara su fase adulta.
Fuente: Muy Interesante