Cada 25 de diciembre, el mundo entero celebra la Navidad, una festividad cargada de simbolismo que conmemora el nacimiento de Jesucristo en Belén. Más allá de su origen religioso, la Navidad se ha convertido en un tiempo de regocijo, unión familiar y esperanza para un mundo mejor.
Esta fecha especial evoca tradiciones universales como los villancicos, los regalos, el árbol de luces y los aromas inconfundibles de la temporada, como el ponche y las galletas caseras. Representa un llamado a la paz, la solidaridad, el perdón y la gratitud, valores que conectan a las personas sin importar su cultura o religión.
Desde su instauración como festividad oficial en el siglo IV, la Navidad ha evolucionado, integrando tradiciones únicas en cada rincón del planeta, pero conservando su esencia: el amor al prójimo y la renovación espiritual.
Este día especial nos invita a compartir con nuestros seres queridos y reflexionar sobre los verdaderos valores de la vida.