Bávaro. (Oscar Quezada y Julio González). Todos lo saben, pero nadie hace nada. Y los más enterados del problema son las autoridades que están obligadas a resolverlo, pero se hacen de la vista gorda y rehúyen a la solución de un problema que crece cada vez más, y que de seguir prologándose podría ocasionar tragedias de consecuencias impredecibles
¿Cuál es problema? Pues, la irresponsabilidad con que muchos conductores de los llamados camiones `trompos´, usados en labores de construcción, desparraman por dondequiera considerables cantidades de cemento en pleno Bulevar Turístico del Este.
En distintos puntos de esta vía, la más importante y costosa del Distrito Municipal Turístico Verón-Punta Cana, ya la situación es desastrosa. El cemento vertido se pegó de forma tal del pavimento, que incluso han formado grandes muros, tanto así que podría ocasionar serios daños a vehículos deportivos, que generalmente tienen una altura inferior a los autos convencionales.
Y quienes transitan diariamente por el Bulevar Turístico, en distintos vehículos, se ven obligados a desechar estos puntos, donde ya el cemento regado por los camiones `trompos´ está demasiado adherido al asfalto, que dicho sea de paso le costó bastante dinero al Estado dominicano.
En algunos cruces del Boulevard Turístico del Este, como los de Coco Loco y el de Friusa, se pueden visualizar capas de cemento adherido al asfalto. Lo mismo ocurre en la avenida Barceló.
¿A QUIÉN LE IMPORTA? A NADIE
Constantemente, los camiones `trompos´ derraman hormigón precisamente en los referidos cruces, puesto que al esperar los cambios de las luces de los semáforos el material se esparce sin que esto le cause ninguna preocupación a nadie, ni a los choferes de esos vehículos pesados ni a las compañías a las cuales representan, y menos aun a las autoridades.
Lo mismo sucede con los camiones que transportan arena, grava y caliche, que al ir por las vías lo hacen sin la lona correspondiente, lo cual es sancionado por la Ley 214-01.
Este medio ha denunciado el problema en reiteradas ocasiones. Pero los representantes locales y provinciales de los ministerios de Medio Ambiente y Obras Públicas nunca han expresado el más mínimo interés en resolver esta irregularidad.
Y mientras la representación del Gobierno Central juega al “chivoloquismo” frente a este grave problema, la tragedia asecha a miles de conductores que diariamente usan el Bulevar Turístico para dirigirse a diferentes destinos dentro de esta localidad.
