Buenos Aires. El Gobierno del presidente argentino, Alberto Fernández, ha dado un giro desde su posición inicial y ahora condena la invasión de Rusia a Ucrania, pidiendo el inmediato cumplimiento de las normas de las Naciones Unidas.
Mientras, en el Congreso, la oposición exige a Fernández que a pesar de su reciente gira por la Federación Rusa y los acuerdos comerciales firmados con su homólogo ruso Vladimir Putin, el país debe hacer una pausa en sus relaciones con Moscú.
“Argentina no puede ser neutral como lo ha sido en otras oportunidades de la historia, hay un pedido del Presidente de la Nación para que Rusia cese en sus agresiones”, dijo la diputada opositora Patricia Bullrich, líder del partido Propuesta Republicana (PRO).
Agregó que “Argentina debe estar junto a todos los países democráticos” y “poner entre paréntesis las relaciones con la Federación Rusa, porque está rompiendo todas las reglas”.
La comunidad ucraniana en Argentina es la segunda a nivel mundial, con 350.000 inmigrantes, que están emitiendo convocatorias, marchando frente a su embajada y demostrando su rechazo a la guerra.
“Es una locura lo que estamos viviendo”, expresó Pedro Lylyk, presidente de la comunidad ucraniana en Argentina. “Realmente es algo totalmente irracional”.
Lylyk dijo que “el pueblo ucraniano va a resistir todo lo que pueda” aunque es una lucha de “David contra Goliat”. Vos no podés en pleno Siglo XXI anexarte un país”.
