Jerusalén, (EFE).- El ministro de Exteriores israelí, Yair Lapid, acusó hoy a los movimientos islamistas de Hamás y la Yihad Islámica de «secuestrar la mezquita de Al Aqsa» para provocar «un estallido de violencia en Jerusalén y un conflicto violento en todo el país».
«Los extremistas de Hamás y la Yihad Islámica entraron en Al Aqsa temprano cada mañana, se pertrecharon con armas dentro de la mezquita, lanzaron piedras y explosivos desde dentro. La usaron como base para incitar protestas violentas», afirmó Lapid sobre los disturbios en la Explanada de las Mezquitas, que se han repetido durante dos viernes consecutivos de Ramadán elevando la tensión en la zona.
Los disturbios del último viernes dejaron 57 palestinos heridos y los del viernes anterior más de 150 a causa de lo que las facciones palestinas, el mundo árabe e incluso la ONU denuncian como un uso excesivo de la fuerza.
Pero Lapid insistió en que la respuesta policial fue «medida y proporcional» ante el envío de entre 200 y 300 alborotadores por parte de «organizaciones terroristas palestinas».
«Hacen esto para provocar, forzar a la policía israelí a entrar a la mezquita y sacarlos de ahí», indicó Lapid sobre la situación en la Explanada de las Mezquitas, controlada por un fundación jordana y donde la policía israelí solo entra cuando está en riesgo la seguridad de la zona.
Según Lapid, gracias a la intervención de la policía israelí más de 150.000 fieles musulmanes pudieron rezar en paz el pasado viernes, después de haber sofocado las protestas en la Explanada de las Mezquitas, a donde han acudido más de 800.000 fieles desde el inicio del Ramadán.
«Si no hubiéramos retirado a estos alborotadores, se hubiera producido un desastre. Si no retiras a los alborotadores inmediatamente desde el inicio, eso conduce a más violencia luego», indicó el ministro, quien subrayó el compromiso del gobierno de Israel con mantener el status quo en el recinto.