Naciones Unidas, (EFE).- El ministro de Defensa de Irlanda, Simon Coveney, relató este martes que la semana pasada asistió a la exhumación de una fosa común en la ciudad ucraniana de Bucha de la que se extrajeron 503 cadáveres «y solo cuatro eran soldados», siendo el resto civiles.
De los cadáveres que vio, «entre ellos numerosas mujeres y niños», había muchos de ellos con señales de haber sido «torturados y vejados», dijo al relatar el viaje que hizo a Ucrania para observar de primera mano los estragos de la guerra.
«Lo que vi me dejó en estado de shock», dijo el ministro ante el Consejo de Seguridad de la ONU, que hoy volvía a tratar el tema de la guerra en Ucrania.
«Conozco la diferencia entre la verdad y la propaganda inventada, y les aseguro que esto no era inventado», insistió, en referencia a las alegaciones de Rusia de que las fosas comunes y otras atrocidades denunciadas en Ucrania son «montajes» del gobierno de ese país.
«No me corresponde calificar estos crímenes -continuó-, solo soy un político. Eso compete a los tribunales», explicó, antes de apoyar la declaración de una tregua humanitaria de cuatro días que hoy propuso el secretario genera de la ONU, António Guterres.