Santo Domingo. La Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte) perdió este domingo a una de sus miembros fundadoras con la muerte de la cantante, chef y cronista Xilia Hernández, según informó esta mañana su hija Amelia.
Xilia Hernández fue una artista polifacética, con una extensa trayectoria en el mundo del arte. Miembro fundadora de la Asociación de Cronistas de Arte. En los años 70, se estableció en España, con la aspiración de proyectar su carrera en la música. Allí grabó un long play. En la Madre Patria cultivó relaciones que le permitieron abrirse paso en esta competitiva plaza.
“Xilia Hernández fue una miembro importante de este gremio, fundadora, una mujer que dejó una impronta importante en la clase que representó, emprendedora y trabajadora. Hoy lloramos su partida y pedimos al Señor el descanso eterno para ella. Desde el Comité Ejecutivo extendemos un abrazo solidario para los familiares y nuestras condolencias”, comentó Emelyn Baldera, presidente de Acroarte.
Incursionó desde los trece años en la gastronomía, convirtiéndose en una de las personalidades más destacadas del campo culinario en República Dominicana. Sus aportes se pudieron apreciar en el programa «CoinArte», que se transmitió por varios años por Teleantillas, el cual llevó a imprenta en formato de libro en el 2001 con el mismo nombre.
De CocinArte sacó en el 2006 un segundo volumen, y entre ambas publicaciones recoge cientos de recetas sobre diferentes estilos y platos de fácil preparación. Tres años después, amplía su bibliografía sobre el arte culinario con la edición de Mi amigo el arroz, y en el 2011 se mantiene sumergida en este campo con Guarniciones y más, Carnes, aves, pescados, mariscos, panes y panecillos y, finalmente Bocaditos, entradas, sopas, cremas y ensaladas. En el 2002, Xilia pone a circular el video «CocinArte», otra recopilación de su recetario.
Hace poco más de diez años todavía actuaba esporádicamente en escenarios pequeños de Santo Domingo. Forjó con el tiempo un cancionero romántico, de temas que le permitieron conquistar al melómano más exigente.
