El jugador de la selección Argentina, Lionel Messi, vivió horas de angustia y estrés en lo que parecía ser una tranquila visita a China para un amistoso de su combinado ante Australia cuando las autoridades del aeropuerto de Beijing lo retuvieron por algunas horas por problemas con su visado de ingreso.
En medio de miles de fanáticos que se acercaron al aeropuerto para recibir a su ídolo, Messi descendió del avión y fue directo a inmigración cuando se presentó el problema que lo mantuvo en la situación incómoda.
Cuando el 10 se encontraba ingresando a inmigración en compañía de Rodrigo De Paul, se encontró con la negativa de ingreso al país porque el pasaporte con el que intentaba entrar a la nación asiática era el español.
Según algunas fuentes cercanas a la Albiceleste, Messi no se llevó el pasaporte de Argentina sino utilizó el de España pensando que podía ingresar sin visado.
Al parecer Messi creyó que como en Taiwán era parte de china no necesitaba visado por lo que se encontró con la negativa de los agentes de inmigración, quienes retuvieron a la estrella a fin de buscar una solución.
La situación fue grabada por cámaras de gente cercana y mostró a un Messi desorientado y sin capacidad de respuesta para lo que estaba viviendo.
Aunque el principal problema que enfrentó Messi en la situación era la barrera del lenguaje, un par de horas después se le asignó un visado urgente y especial para que pudiera ingresar y decir presente en el amistoso del que se esperan la presencia de más de 30,000 personas el próximo jueves 15 de junio.