Shinaota (Bolivia), (EFE).– El presidente boliviano, Luis Arce, pidió este jueves «unidad» a los sectores sociales afines al Gobierno ante las protestas impulsadas por gremios, cívicos y opositores contra una polémica ley que considera son intentos de un nuevo «golpe de Estado».
«Lo que no ganaron en las elecciones quieren ganarlo a través del golpe de Estado, otra vez, es el único mecanismo que tienen», manifestó Arce en una concentración en la población de Shinaota en el trópico de Cochabamba, principal bastión político del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS).
En esa reunión, que conmemoró un año del retorno de Evo Morales a Bolivia luego de su salida del país en 2019 tras su renuncia, Arce dijo que los comités cívicos «mostraron claramente su intención golpista» y que en realidad «desnudaron ya la cara» tras intentar mostrarse como demócratas.
RESPUESTA A OPOSITORES
El mandatario boliviano se refirió a las declaraciones del presiente del Comité Cívico de Santa Cruz, Rómulo Calvo, la principal región opositora, que habló de «tumbar al Gobierno» refiriéndose al riesgo de que sectores que anteriormente eran afines al oficialismo como los mineros potosinos se sumen a las protestas.
En Bolivia se desarrolla la cuarta jornada de un paro indefinido que aglutina a varios sectores en contra de la ley de Estrategia Nacional de Lucha contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas y el Financiamiento al Terrorismo, que consideran atenta contra las libertades ciudadanas.
Ante esto, Arce recalcó que «nuevamente la derecha usa la mentira como principal arma» para convencer a algunos sectores como comerciantes y transportistas que aquella norma afectará su patrimonio y mostrar que el Gobierno estaría «haciendo mal las cosas».
En la concentración oficialista, a estadio lleno en Shinaota, estuvo también el exmandatario del país y presidente del MAS, Evo Morales, además de varios dirigentes sindicales reunidos bajo la convocatoria de «defensa» del Gobierno y de Arce.