Moscú/Leópolis, (EFE).- Los combates mantuvieron hoy su intensidad en los distintos frentes de Ucrania, aunque sin progresos para las partes sobre el terreno, mientras crece la alarma por la suerte de la planta nuclear de Zaporiyia, controlada desde marzo pasado por las tropas rusas.
Las fuerzas rusas concentraron su esfuerzos en ataques con aviación, artillería y misiles de crucero contra posiciones ucranianas en este y el sur de Ucrania, según el parte del Ministerio de Defensa de Rusia.
RUSIA ASEGURA QUE DESTRUYÓ UN DEPÓSITO DE MISILES HIMARS
El portavoz de esa cartera, general Ígor Konashenkov, informó de la que fuerzas navales rusa destruyeron un depósito de misiles estadounidenses HIMARS y armamento antiaéreo occidental en la región de Odesa, en el sur de Ucrania.
El ataque fue llevado a cabo con misiles de crucero Kalibr, dijo en comparecencia de presa el militar ruso, que no precisó desde dónde fueron lanzado los cohetes.
Agregó que en la pasada jornada fueron alcanzados con fuego de aviación y artillería seis puestos de mando de las fuerzas ucranianas y destruidos otros tantos almacenes de munición en distintas localidades del sur y el este Ucrania.
Konashénkov cifró en más de 130 las bajas mortales sufridas por el Ejército de Ucrania en las últimas veinticuatro horas.
EL EJERCITO UCRANIANIO DICE QUE MANTIENE SUS POSICIONES
El mando militar ucraniano informó a su vez de que Rusia emplea la aviación y la artillería en casi todos los sectores del frente y de que en algunos lugares intentó a avanzar sin éxito.
El portavoz del Estado Mayor General de la Fuerzas Armadas de Ucrania, coronel Oleksandr Shtupun, indicó que Rusia continúa trasladando medios de defensa antiaérea a Bielorrusia.
«Persiste la amenaza de que el enemigo lance misiles y ataques aéreos desde ese país», dijo el militar.
Las autoridades ucranianas acusan al régimen del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, de ser «cómplice de la agresión rusa», ya que desde Bielorrusia el Ejército ruso comenzó su fallida ofensiva contra Kiev en el comienzo de su «operación militar especial».
PREOCUPACIÓN POR LA SEGURIDAD DE LA PLANTA NUCLEAR DE ZAPORIYIA
Las acciones militares en el sur de Ucrania renovaron hoy las alarmas por la situación de la central de nuclear de Zaporiyia, la mayor de su tipo en Europa, cuyas instalaciones han sido objeto de ataques de los que se culpan mutuamente rusos y ucranianos.
«Los bombardeos periódicos de la central de Zaporiyia por parte de las tropas rusas con misiles antiaéreos entrañan un grave riesgo para la operación segura de la planta», señaló en un comunicado la compañía ucraniana Energoatom, operadora de la planta.
Denunció que este sábado como resultado de los bombardeos «resultó dañada una galería por donde pasa el personal a las unidades de potencia».
«El personal ucraniano de la planta continúa trabajando y haciendo todo lo posible para garantizar la seguridad nuclear y radiológica, así como para eliminar las consecuencias de los daños», subrayó Energoatom.
AUTORIDAD PRORRUSA DICE QUE LA SITUACION EN LA CENTRAL ES NORMAL
La administración cívico-militar creada por Rusia en la zona que sus tropas controlan en la región de Zapoporiyia aseguró hoy que la central nuclear funciona con normalidad.
«Cayeron proyectiles junto a un edificio administrativo. Pero las informaciones de que se han violado las normas de explotación (de la planta) no se corresponden con la realidad», dijo el miembro de la administración Vladímir Rógov, citado por la agencia oficial rusa TASS.
Agregó que los niveles de radiación en la central son iguales al los de la radiación ambiental.
«Si hablamos de la situación de la central nuclear de Zaporiyia, esta está controlada. Todo es normal. Hoy no han impactado proyectiles», subrayó Rógov.
PRORRUSOS ACUSAN A KIEV DEL ASESINATO DE HIJA DE ALIADO DE PUTIN
El líder de la autoproclamada república popular de Donetsk, en el este de Ucrania, el prorruso Denis Pushilin, acusó hoy al Gobierno de Ucrania de estar detrás del atentado que mató anoche a Daria Dúguina, hija del líder del movimiento neoeuroasianista, Alexandr Duguin, estrecho aliado y consejero del presidente ruso, Vladímir Putin.
«En un intento de eliminar a Alexandr Duguin los terroristas del régimen ucraniano han matado a su hija», escribió el dirigente prorruso en Telegram.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, advirtió de que si se confirma la «huella ucraniana» en el atentado habrá que «hablar de la política de terrorismo de Estado del régimen de Kiev»
Dúguina murió al estallar un bomba en los bajos de su vehículo cuando circulaba por una carretera en las afueras de Moscú procedente de un festival donde había estado con su padre, considerado uno de los ideólogos que más influyentes en la política rusa de los últimos años y en particular en el rumbo adoptado por el presidente Putin.
Las autoridades ucranianas negaron toda implicación en el atentado.