- Publicidad -
- Publicidad -
InicioOpiniónDE PRIMER ORDEN

DE PRIMER ORDEN

¿Y por qué no puede ser mano de obreros dominicanos?

Con el anuncio de que el Gobierno dominicano repatriará 10,000 haitianos ilegales cada semana, se ha armado el avispero.

En este Distrito Municipal Turístico, marcado por una pujante economía inmobiliaria, con las construcciones de centenares de edificios de apartamentos, habitaciones de hoteles, villas y viviendas de todo tipo, la mano de obra de obreros de la construcción juega un papel de gran importancia.

Lógicamente, al anunciar el Gobierno dominicano la medida ya expuesta, la que indefectiblemente impacta de lleno en el proceso de construcción de esta zona turística, se ha escuchado el clamor de los desarrolladores de proyectos inmobiliarios, dando cuenta del impacto que tiene en sus obras la ausencia de mano de obra haitiana, lo cual es preocupante. Es preocupante porque no debería ser que, en estas construcciones, ni en ninguna empresa, haya más mano de obra extranjera que de dominicanos. La Ley 16-92 o Código Laboral establece claramente que en cualquier iniciativa empresarial debe haber por lo menos un 80% de criollos en su empleomanía. ¿Cómo garantiza el Estado el cumplimiento de esta disposición legal especialmente en la zona turística?

Siempre se ha dicho que es mejor contratar mano de obra haitiana que la dominicana. Entre las excusas que se citan están: Los haitianos trabajan más, aguantan más sol, exigen menos… Lo cierto de todo esto es que a los nacionales haitianos se les paga menos, especialmente si son ilegales. Y eso no solo ocurre en República Dominicana. En cualquier lugar en donde haya mano de obra ilegal, se le paga muchísimo menos que a la mano de obra legalmente establecida. En Estados Unidos, por ejemplo, no es lo mismo contratar a un ilegal mexicano, dominicano, venezolano o de cualquier nacionalidad, que a un obrero que tenga su documentación como manda la ley. Si al obrero legalmente establecido se le paga 10 al obrero ilegal se le ha de pagar 4 o 5. Eso es indiscutible. Lo mismo ocurre aquí.

Creo que este es el momento para dar una nueva oportunidad a la mano de obreros dominicanos para trabajar en las construcciones de las edificaciones que se verifican en este y en otros lugares del país, y también para que el Estado decida tomar en serio la cuota de trabajadores dominicanos en todos los espacios laborales de nuestro país ¿Por qué no impulsar o promover la mano de obra dominicana? ¿Qué lo impide?

Elisa Mercedes
Elisa Mercedes
Licenciada en Comunicación Social, mención periodismo. Es también locutora con más de 40 años en el ejercicio profesional.
Suscríbete
[newsletter_form]