partir de hallazgos de investigación básica, científicos del Conicet de la Argentina, que fundaron una startup o bioempresa, desarrollaron un método de fertilidad que activa los espermatozoides en el laboratorio como si estuvieran en el tracto reproductivo de la mujer. Ya se logró el primer nacimiento en el mundo de un bebé gestado por este método que los creadores llamaron Hypersperm.
El bebé nació en Buenos Aires, Argentina, hace más de un mes. El resultado es parte de un ensayo piloto que buscó mejorar el desarrollo embrionario a partir de las técnicas de reproducción ya convencionales como la fertilización in vitro. Además, hay otros dos embarazos logrados con la misma técnica que se encuentran actualmente en el tercer trimestre.
“Estamos muy contentos con el nacimiento del bebé. Es parte de un ensayo piloto que estábamos haciendo. Desarrollamos un método que aumenta la eficiencia en general de la reproducción asistida. Podría servir para ayudar a personas con diferentes problemas de infertilidad”, dijo a Infobae el doctor en bioquímica Mariano Buffone, investigador del Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME) del Conicet y co-fundador de la empresa de base tecnológica y startup Fecundis, cuya sede se encuentra en el Parque Científico de Barcelona.
Buffone creó esa empresa junto con el científico del Instituto de Biología de Rosario (IBR) del Conicet y la Universidad Nacional de Rosario, Darío Krapft. También participó la investigadora italiana Rita Vassena, quien es la CEO de la empresa, con sedes en Argentina y España.
Alrededor del 17,5% de la población adulta —aproximadamente 1 de cada 6 en todo el mundo— experimenta infertilidad, según la Organización Mundial de la Salud. Esos datos han puesto de manifiesto “la urgente necesidad de aumentar el acceso a una atención de la fertilidad asequible y de alta calidad para quienes la necesitan”, había advertido la agencia sanitaria en abril pasado.
Los científicos vinculados con este proyecto venían desde hace décadas estudiando los problemas de fertilidad humana. “Tuvimos en cuenta que los tratamientos de fertilidad pueden ser ineficaces, largos y dolorosos para las parejas. Por eso, nos pusimos a desarrollamos tecnologías de mejora del esperma y nos basamos en el profundo conocimiento de la biología reproductiva”, comentó Buffone.
Consideraron que generalmente cuando se hacen los tratamientos de fertilidad, se separa a los espermatozoides en el laboratorio y luego se unen con el óvulo. “Nos concentramos en una etapa del procedimiento de la tecnología reproductiva y en desarrollar el método, que llamamos Hypersperm, que activa la capacidad de fecundar de los espermatozoides de tal manera que lleva a cabo el mismo proceso que se da naturalmente en el tracto reproductivo de la mujer”, contó.
Según la doctora Vassena, históricamente se ha centrado la atención en el óvulo, pero se ha demostrado que la actividad del semen contribuye más allá que en la fecundación y que su actividad es clave para un buen desarrollo de los embriones y el éxito de los tratamientos. Lo que hace el método es que facilita que el espermatozoide adquiera capacidad de movimiento, que es crítica para el éxito de las fecundaciones y que, sin embargo, no se reproduce correctamente con las técnicas actuales de reproducción asistida.
“Hoy sabemos que las funciones del espermatozoide van mucho más allá de solo proveer de material genético paterno al ovocito”, destacó el doctor Krapf, responsable del área de I+D+i de Fecundis.
Los investigadores hicieron un estudio piloto con 10 pacientes que tenían dificultad para tener hijos en un centro de fertilidad en Buenos Aires. Esas personas ya habían pasado por varios tratamientos de fecundación in vitro sin éxito.
En la mitad de los pacientes se aplicó el nuevo método, que incluye un kit con soluciones que se aplican a los espermatozoides. En la otra mitad, se usó el método convencional, como grupo de control. Contaron con la aprobación de un comité de ética.
“El objetivo del estudio era mejorar el desarrollo embrionario. Porque una dificultad es que hay personas que se someten a los ciclos de tratamiento, pero luego no se logra la implantación y el desarrollo del embrión. Eso es un cuello de botella en la reproducción asistida hoy”, explicó Buffone. Como parte de ese estudio piloto en la sede de la Clínica In Vitro de Buenos Aires, una de las parejas participantes logró el embarazo y tuvo el bebé.
En base al ensayo piloto que se hizo el año pasado y a los estudios pre-clínicos en ratones y vacunas, los investigadores afirman que el número de embriones de alta calidad a partir de espermatozoides tratados por el método Hypersperm aumenta un 63 %.
Si los ensayos que aún faltan confirman los beneficios del nuevo método en el futuro, se podría reducir a la mitad el tiempo y costo de los tratamientos de reproducción asistida, en los que, en promedio, solo uno de cada tres resultó en un nacimiento.
Para seguir desarrollando el método (cuya patente está en trámite), Buffone contó que están organizando un ensayo con 40 pacientes con problemas de fertilidad en 4 centros de reproducción asistida.
“Esperamos seguir con buenos resultados como hasta ahora para dar una mejor solución a personas con diferentes problemas de infertilidad —afirmó el científico—. Es un método que aumenta la eficiencia de las técnicas ya disponibles. También podría aplicarse en salud animal, pero aún falta hacer más estudios”.