Este miércoles se emitió una alerta epidemiológica tras la primera detección del virus Oropouche en República Dominicana.
El Ministerio de Salud Pública indicó que las muestras almacenadas en la seroteca del Laboratorio Nacional de Referencias Dr. Defilló, dieron negativo a la prueba del dengue, sin embargo, tras una reevaluación, resultaron positivas para el virus Oropouche.
Contar con la información general básica es importante para prevenir este virus:
¿Qué es el virus Oropouche?
El virus Oropouche es una enfermedad poco conocida, transmitida por la picadura de los mosquitos Culicoides paraensis y el Culex.
Su nombre se debe a que los primeros casos se registraron en la localidad de Vega de Oropouche, en las islas Trinidad y Tobago, en 1955.
Síntomas
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) los síntomas son fiebre repentina, escalofríos, náuseas, vómitos, así como dolores en la parte posterior de los ojos, de cabeza y en las articulaciones, los cuales pueden durar entre cinco y siete días.
Además, Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés) indicó que alrededor del 60 % de los pacientes con estos síntomas pueden presentar de nuevo días o semanas después o después de la primera aparición.
Es importante destacar que para combatir el virus aún no existen vacunas ni medicamentos.
¿Dónde se ha propagado el virus?
En las últimas décadas el virus ha estado presente en países americanos como Perú, Colombia, Ecuador, Argentina, Panamá, Bolivia, Trinidad y Tobago, Cuba, Guyana Francesa y Brasil. En este último, en el nordeste a finales del mes de julio dos mujeres murieron a causa del virus Oropouche.
Mientras que, en Europa se reportaron algunos casos España, Italia y Alemania.
Recomendaciones
Se recomienda a la población en general utilizar mosquiteros, instalar mallas en puertas y ventanas, así como evitar áreas donde hay muchos mosquitos.
Asimismo, mantener limpias las áreas de la casa al aire libre con plantas o animales y drenar las áreas que poseen agua estancada y vegetación muerta, donde los insectos pueden reproducirse.