Observando el decreto 270-20 donde el presidente, licenciado Danilo Medina aprueba la construcción de otro aeropuerto en Bávaro, con apena dos semana que le queda para entregar la Presidencia, me pregunto, ¿qué busca con esto, si en realidad no es una necesidad para la provincia La Altagracia?, porque no aporta ningún valor agregado a esta zona ni beneficia al país.
Es una necesidad ya cubierta en la provincia, con el Aeropuerto Internacional de Punta Cana, el cual tiene una capacidad instalada para cubrir más de 15 años de crecimiento de vuelos, pasajeros y cargas. De construir este nuevo aeropuerto en dicha zona, en lugar de traer beneficio lo que traerá es pérdida en uno de los dos aeropuertos, debido a que en una distancia de unos 20 kilómetros aproximadamente, es imposible tener dos aeropuertos internacionales. Primero, por la seguridad de los pasajeros que en un espacio aéreo tan reducido estarán operando dos aeropuertos simultáneamente.
Tendremos que esperar a ver qué dicen los organismos internacionales que regulan la aviación civil internacional, como son la Organización de Aviación Civil Internacional (OASI), que es el organismo que establece normas y regulaciones internacionales para garantizar la seguridad, eficiencia y regularidad del transporte aéreo internacional.
También la ATC, Control de Tráfico Aéreo, quienes son los que controlan el espacio aéreo y que aplican separaciones entre los aviones y emiten autorizaciones a petición de los pilotos, en función de las condiciones del tránsito y del entorno. Pero más aún, la FAA, la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos, que son los que verifican qué tan seguro es el aeropuerto para que las líneas aéreas americanas aterricen en un aeropuerto determinado.
De ellos considerar que no es seguro, no otorgarán el permiso a sus líneas aéreas americanas de aterrizar en dicho aeropuerto. De la aprobación de todos estos organismos dependerá que este proyecto se materialice, porque de considerarlo un peligro no otorgarán los permisos necesarios para su operación y desarrollo de dicho aeropuerto. Yo confío en esas organizaciones, porque no se prestan a ningún tipo de negociación si las condiciones no están dadas.
BAJA RENTABILIDAD
Financieramente hablando dos aeropuertos operando en la misma zona los números económicos no dan, porque el flujo de operación de vuelos, pasajeros y cargas no es suficiente para el costo que implica una operación aeroportuaria, y a corto plazo uno de los dos aeropuertos tendrá que desaparecer y por lo tanto pierden sus empleos las personas y los beneficios que genera al Estado.
O mejor dicho, el Gobierno recibirá lo mismo que está recibiendo ahora. Los nuevos inversionistas de este aeropuerto nos dicen que este proyecto traerá desarrollo y nuevos empleos. Pero por lo antes dicho esto no es cierto que los empleos que generará serían durante la etapa de construcción del mismo. Y durante un par de años, después se darán cuenta que no es rentable la operación. Nos quedaremos con la misma cantidad de empleados y el Estado recibiendo los mismos beneficios de ahora.
Un nuevo aeropuerto no es un atractivo turístico para esta zona. Esa necesidad está bien cubierta desde el año 1983 por el Aeropuerto Internacional de Punta Cana. Esta zona lo que sí necesita son nuevas ofertas, no replicar lo que ya está y ha dado resultado.
Un nuevo aeropuerto no traerá a esta provincia y al país más turistas. Esta zona lo que sí necesita y atrae más turistas son nuevas ofertas, como parques temáticos, salones de eventos internacionales, nuevas habitaciones hoteleras y proyectos inmobiliarios. Además, obras de infraestructura, como acueducto, hospitales, seguridad vial y personal, un plan de reordenamiento territorial, plantas de tratamientos de aguas residuales, pavimentación de calles y avenidas y muchas otras cosas más.
Señor presidente, por qué hacerle daño a una empresa como lo es el Aeropuerto de Punta Cana, que solo le ha brindado a este país mucha satisfacción y beneficios. Y sobre todo, a través del Aeropuerto