PUNTA CANA. La bromohidrosis, comúnmente conocida como mal olor corporal, está frecuentemente asociada a la hipersudoración. Cuando es intensa, puede convertirse en un problema de salud que afecta la vida privada, laboral y social de quienes la padecen. Este olor corporal es desagradable y penetrante, y a menudo persiste a pesar del uso de desodorantes, antitranspirantes o perfumes, que en muchos casos pueden empeorar la situación.
Existen dos tipos principales de glándulas sudoríparas: las ecrinas y las apocrinas. Las glándulas ecrinas están distribuidas por toda la superficie corporal, producen sudor y están relacionadas con la regulación de la temperatura corporal. Por otro lado, las glándulas apocrinas se encuentran principalmente en las axilas y la región genital, y también producen sudor, pero con características distintas. La bromhidrosis apocrina es la forma más característica de esta condición.
La bromhidrosis se considera una enfermedad metabólica y funcional, que a menudo no está asociada a trastornos anatómicos.
CAUSAS
La secreción apocrina, o sudor, es estéril e inodora al alcanzar la superficie corporal. Sin embargo, durante la primera hora, las bacterias comienzan a degradar esta secreción, produciendo ácidos grasos y amonio, que son los principales responsables del mal olor. La variedad del olor, que puede describirse como húmedo, rancio, fecaloideo, agrio o dulce, refleja las diferencias químicas individuales en la secreción axilar.
Las causas de la bromhidrosis son múltiples y no están completamente comprendidas. Entre ellas se incluyen trastornos metabólicos, ciertos alimentos, fármacos, materiales tóxicos y la hiperhidrosis. Además, muchas bacterias y contaminantes liberan componentes volátiles malolientes que contribuyen significativamente al problema.
La participación de ciertas bacterias es especialmente relevante en la queratólisis punctata, una enfermedad que afecta a los pies y cuya manifestación principal es la bromhidrosis plantar.
COMO ENFRENTAR ESTE PROBLEMA
Para manejar la bromhidrosis, se recomienda mantener una higiene adecuada utilizando jabones de glicerina o jabones neutros. Es importante cambiarse de ropa con frecuencia y rasurar el vello axilar, tanto en hombres como en mujeres. Además, es aconsejable evitar ciertos alimentos y bebidas, como cebolla, ajo, especias, alcohol y café, ya que pueden ser excretados a través del sudor.
Los antibióticos tópicos, que controlan el crecimiento de las bacterias involucradas en el proceso, constituyen una opción terapéutica importante y efectiva. También existen opciones quirúrgicas y tratamientos como la electrocirugía.