El día 6 de enero se celebra en varios países del mundo el Día de Reyes, para conmemorar la adoración del Niño Jesús por parte de los tres reyes magos, provenientes del Oriente para rendir honores y traer presentes al recién nacido.
Previamente, todos los niños y niñas han escrito su carta a los reyes magos pidiéndo los regalos más deseados. Llegado el día, la magia se materializa en todas las casas y las mañanas se llenan de sonrisas y juegos.
Constituye un símbolo inequívoco del reconocimiento del mundo pagano, que reconoce a Jesucristo como Rey y único salvador de la humanidad.
De acuerdo a la religión católica, este día coincide con el día de la Epifanía. Es una de las celebraciones litúrgicas más antiguas que significa revelación o aparición, en referencia a que el niño Jesús se muestra al mundo pagano, representado en los Reyes Magos.
Constituye el fin del periodo navideño en muchos países del mundo, especialmente en los de habla hispana.
La palabra «mago» proviene del persa ma-gu-u-sha, que significa sacerdote, refiriéndose a una casta de sacerdotes persas o babilonios que estudiaban las estrellas, en su deseo de buscar a Dios.
Melchor, Gaspar y Baltasar fueron los tres reyes Magos que vinieron de tierras lejanas a entregar ricos presentes como oro, incienso y mirra, para homenajear al rey de reyes: Jesús de Nazaret.