Bávaro. El dueño de la cadena hotelera RIU, Luis Riu, se encuentra impulsando las ‘RIU Party’ en su faceta como DJ, con el estreno en Punta Cana de una serie de fiestas amenizadas por su música en las que logró reunir a más de 2,500 personas.
De acuerdo con el portal Reportur, Luis Riu explica que «las RIU Party, que es un proyecto que me gusta mucho y que nació de mi pasión por la música y mi afición como DJ, y también porque puedo anunciar, no solo el regreso de las fiestas tras casi dos años de parón debido a la COVID, sino también muchos planes para llevar las RIU Party a más destinos».
«Tres años después del lanzamiento de las RIU Party siguen siendo un concepto único. Son fiestas de gran calidad por el espacio específicamente creado para ellas, por la escenografía, los DJ, el sonido y los efectos especiales, así como la animación y bailarines. Son fiestas como solo se ven en las grandes discotecas del mundo. Con la ventaja de que están en tu propio hotel y forman parte de la oferta del All Inclusive de RIU», revela el hotelero.
Asegura que «todos tenemos ganas de salir a disfrutar, la gente está ávida de fiesta, y eso lo estamos notando mucho en las Riu Party que ya tienen la asistencia multitudinaria que vivimos hace dos años. Y es que sus cifras son de vértigo».
«Hace pocas semanas me puse a los platos en Punta Cana para celebrar este regreso. Estuve en dos sesiones, la Pink Party del viernes y la Neon Party del sábado. La primera es de día, y la segunda en la noche y cada uno de los días pasaron por la fiesta cerca de 2,500 personas. La energía que se crea es brutal. Hay un gran ambiente, no hay aglomeración, solo hay fiesta, baile y diversión», proclama el dueño de la cadena.
Luis Riu enfatiza que «el concepto nace cuando queremos darle un vuelco a la animación tradicional en el hotel y para eso hacemos que el cliente pase de ser el espectador a ser el protagonista. La diversión se multiplica cuando uno puede bailar y participar. Es increíble cómo en pocos segundos se unen cientos de brazos para seguir una coreografía sencilla. En momentos así, estar en la cabina del DJ es un privilegio porque la atmósfera es muy especial».