PUNTA CANA. En el crepúsculo de sus años, Douglas no duda en compartir las memorias de su vida junto a Catherine Zeta-Jones, su compañera tanto en la pantalla como en la vida real. A sus 54 años, ella sigue siendo su confidente y amor eterno.
La diferencia de edad nunca fue un obstáculo para Michael y Catherine. Su amor, que floreció en 1988, se ha fortalecido con el tiempo, culminando en una boda en el año 2000 que selló su compromiso ante el mundo.
La chispa inicial se encendió gracias a la complicidad de Antonio Banderas y Melanie Griffith, quienes orquestaron un encuentro en Francia que desembocaría en una vida compartida. Durante esa cena, Douglas, con la audacia que lo caracteriza, profetizó a Catherine: “Seré el padre de tus hijos”. La respuesta de ella, aunque aturdida, fue un presagio de su destino compartido.
La anécdota de esa primera cita se ha convertido en una leyenda, narrada por Douglas en una entrevista con Jonathan Ross. La mañana siguiente, Catherine encontró un ramo de flores con una nota de disculpa de Michael, un gesto que él asegura fue crucial para ganarse su corazón. Esa declaración prematura, aunque alarmante, resultó ser una verdad ineludible.
Con el paso del tiempo, las llamadas telefónicas y los encuentros se sucedieron, tejiendo una historia de amor que se consolidó con su matrimonio en el 2000. Su unión, más que un contrato, es un testimonio del poder del amor y la determinación, una historia que continúa inspirando y cautivando corazones alrededor del mundo.
Hoy la pareja comparte la dicha de tener dos hijos adultos. La familia que han construido juntos es un mosaico de experiencias y afecto. Dylan, de 23 años, y Carys, de 20, son el fruto de su unión, mientras que un hijo de una relación anterior de Douglas, de 45 años, completa el cuadro familiar. Y como buenos padres, hacen hasta lo indecible porque la unión familiar sea una constante en sus vidas.
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