Los Ángeles.– (EFE) Veinticinco años después de su estreno, “Titanic” regresa a las salas de cine de todo el mundo y el director de la cinta, James Cameron, cree que los espectadores pueden encontrar una metáfora actual de esta historia, con problemas vigentes como la desigualdad social y la crisis climática.
«¿Que si el tema es actual? El tema es más relevante que nunca”, dijo Cameron en un encuentro reducido con la prensa en el que participó EFE, al hacer una analogía con la crisis por la que atravesaron sus personajes en el filme y la crisis climática que afecta a la humanidad en la actualidad.
Cameron encumbró su entonces ya reconocida carrera cinematográfica con el estreno de “Titanic” en 1997, una película basada en la catástrofe real del trasatlántico británico homónimo que se hundió a principios del siglo XX, y que terminó con la vida de 1.500 personas.
El filme presentaba al estilo de “Romeo y Julieta” el romance entre Jack, un joven de clase baja y Rose, una adolescente rica, cuyos destinos se cruzaron por casualidad en la primera expedición del barco inglés a la ciudad de Nueva York.
El director, que ya había tenido éxitos en taquilla como “The Terminator”, utilizó los avances tecnológicos más novedosos del momento y abordó temas como el amor imposible y la supervivencia, e hizo un retrato de las injusticias y desigualdades de las clases sociales.
En la ficción, un barco enorme se está hundiendo y solo la clase alta cuenta con los recursos para sobrevivir y hacerle frente.
Esto era para Cameron una metáfora de la vida diaria en aquel entonces, y con pesar confesó que lo sigue siendo en mayor medida en estos tiempos.
“La crisis que enfrentamos ahora se llama cambio climático, lo vemos venir directamente hacia nosotros, no podemos virar el barco, es exactamente como el maldito iceberg y vamos a chocar de frente contra él”, explicó.
En ese contexto, el director lamentó que, al igual que en su película, la clase alta será la que se salvará de los desastres ocasionados por ellos mismos y sus ambiciones.
“La gente rica tiene el acelerador a fondo en el barco de la civilización humana. Van directos hacia ese maldito iceberg y cuando choquemos con él, serán las naciones pobres las que sufran y los ricos pasarán de largo… porque los ricos siempre lo hacen”, mencionó.
El director recordó el duro proceso de casting que llevó a cabo para encontrar a las dos estrellas que protagonizarían el filme y confesó que tuvo que convencer a Leonardo DiCaprio de ser parte de la película, puesto que se negaba a encarnar a Jack.
«Él estaba buscando un reto en su carrera, había interpretado a un drogadicto en ‘The Basketball Diaries’ y quería un problema, algo con que enfurecerse”, aseguró.
Cameron finalmente convenció a DiCaprio y él, a su vez, se dejó convencer por Winslet de que ella era la Rose que tanto buscaba.
“Yo no estaba seguro, estaba un poco nervioso porque ella había actuado en varios dramas de época antes, pero la conocí y era espectacular, era Kate”, comentó.
Cameron narró que uno de los gestos que tuvo Winslet con él para ganar el papel fue enviarle una rosa roja con una nota que decía- “Yo soy tu Rose». “Para mí fue como, ya entendimos, Kate, quieres mucho este papel”, se burló.
UN ÉXITO DURADERO
“Titanic” ganó 11 premios Óscar de los 14 a los que estuvo nominada en 1998, entre ellos a mejor película.
La cinta se mantuvo como la más taquillera de la historia por más de una década y actualmente ocupa el puesto número tres de la selecta lista con más de 2.194 millones de dólares acumulados.
El despliegue tecnológico generó imágenes que han quedado plasmadas en la cultura popular, como el impactante hundimiento del barco, y la polémica sobre si Jack se podría haber salvado o no continuará viva entre sus fans.
Para el profesor de la Universidad de Siracusa (EE.UU.) y fundador del Centro Bleier para la Televisión, Robert Thompson, el éxito en taquilla del filme se debió a la combinación exacta de “efectos de última generación, con una historia de amor sencilla y tímida”, opinó para EFE.
El académico coincidió con Cameron en que el filme fue hecho para verse en salas de cine, pero considera que es un trabajo que “dista mucho de ser perfecto” y que probablemente uno de los “legados más duraderos” de la película podrían ser las múltiples parodias que ha inspirado en 25 años.
Ahora, la película regresa una vez más a las salas después de haber sido relanzada en 2012, 2017 y 2020, esta vez por su primer cuarto de siglo.