Cuando Antonio Banderas vio terminada Puss in Boots: The Last Wish, que se etrenó este miércoles en los cines de Estados Unidos, lo único que sintió fue orgullo.
«Pensé que habíamos hecho una película de animación distinta, que habíamos podido traspasar una frontera hacia un lugar que no se transita en películas de animación para chicos, que es reflexionar sobre la muerte», explica el español, quien de nuevo pone la voz del felino espadachín Puss.
«Eso me pareció muy interesante con un resultado final, en donde la vida es la que sale victoriosa. Eso fue lo que pensé la primera vez que la vi, que había un producto que había abierto una nueva vía para comunicarse con los niños», agrega.
Un sendero por el que transita un héroe algo distinto a los otros. «[La película] tiene un personaje que se ha convertido en un mito a nivel mundial, pero de otra manera también tiene un mito a nivel de la comunidad hispana», asegura. «Es un héroe y es un héroe que tiene un acento, y los [héroes] no lo tienen, hablan perfecto inglés y eso en la consciencia de los niños es algo muy importante».
Es junto Salma Hayek, quien da vida a Kitty, y el nuevo personaje de Perrito que el español logra transmitir a chicos y grandes lo importante que es disfrutar el presente. «[Es interesante] ver a un héroe como el Gato con Botas siendo vulnerable, siendo casi, casi un personaje existencialista, un personaje más complejo, más profundo más reflexivo, que en algunos momentos también se deprime», acota Banderas. «[Un héroe que] no encuentra su camino hasta que de repente, la amistad perseverante de Kitty y Perrito lo vuelven a traer [a la realidad] y le enseñan la importancia de vivir cada segundo como si fuera el más importante de su vida».
Al igual que su amigo peludo, el actor nominado al Oscar también tiene varias vidas y cuando un ataque de corazón le hizo perder una de ellas, dio un enorme vuelco a su existencia y se alejó de Hollywood. «No sé si [mi] imagen pueda haber hecho a determinadas personas ver que yo perdí el suelo», rememora el protagonista de cintas como, entre otras, El Zorro, Los reyes del mambo o Philadelphia.
«Lo que sí es cierto es que han habido momentos en mi vida en los que me he sentido atrapado en ciertas circunstancias, la mayoría de ellas profesionales, que me fueron de alguna forma retirando de mi propia personalidad y lo que yo quería hacer», señala. «Lo que me volvió a poner [de vuelta] fue la situación que tuve hace cinco años y medio, que tuve un problema físico [en el corazón] que me recondujo a una vida mucho más coherente, mucho más razonable en la que vivo ahora y en la que estoy muy contento».
En su vida profesional y también en su vida personal. Tras dejar Los Ángeles, donde vivió más de dos décadas, regresó a su ciudad natal, con la que siempre ha estado muy vinculado. «Estar en [Málaga] me hace sentir bien porque estoy en mi tierra, porque estoy rodeado de gente mía», dice satisfecho el actor, quien produce y encabeza proyectos teatrales, entre otras muchas cosas. De hecho, grabó la película en los días de descanso que le dejaba un musical que lideraba.
Además, cuando su agenda lo permite, se la goza junto a sus compañeros. «La música forma parte de mi vida, los amigos y la familia también, reunirme con mis amigos en mi ciudad y disfrutar de la charlas de las que después surge ideas es un placer».
Ese mismo placer siente al ver el aumento de la presencia de la comunidad hispana en la Meca del cine, a la que él llegó en principio de los años noventa sin hablar inglés. «Hay una ola [de latinos] que tienen [un] Oscar en su casa, que ya han sido [nombrados] por la Academia que representa a Hollywood, han cambiado muchas cosas, ha ocurrido en un espacio muy corto de tiempo», asegura. «Probablemente el desafío más grande es permanecer, permanecer en ese estatus y tener acceso a lo que han tenido acceso los anglos durante años».
De esos cambios, sus retos en pandemia, su postura ante la política mundial y, por supuesto del superhéroe peludo, el español habló largo y tendido con People en Español. ¡Miau!
«[Es interesante] ver a un héroe como el Gato con Botas siendo vulnerable, siendo casi, casi un personaje existencialista, un personaje más complejo, más profundo más reflexivo, que en algunos momentos también se deprime» dijo Banderas.
¿Qué fue lo primero que pensaste cuando viste la película terminada?
Pensé que habíamos hecho una película de animación distinta, que habíamos podido traspasar una frontera hacia un lugar que no se transita en películas de animación para chicos, que es reflexionar sobre la muerte y eso me pareció muy interesante con un resultado final en donde la vida es la que sale victoriosa. El bien supremo de la existencia es el que gana. Eso fue lo que pensé la primera vez que la vi, que había un producto que había abierto una nueva vía para comunicarse con los niños.
¿Qué fue lo más anecdótico al grabar la cinta?
Toda anécdota tiene que ver con que estaba trabajando en teatro todos los días en Málaga. Todo lo grabé en mi ciudad natal y estaba en teatro haciendo un musical y trabajé los días de descanso, por lo tanto no pude descansar.
«[La primera vez que vi la cinta] pensé que habíamos hecho una película de animación distinta, que habíamos podido traspasar una frontera hacia un lugar que no se transita en películas de animación para chicos, que es reflexionar sobre la muerte y eso me pareció muy interesante» puntualizó.
¿Por qué hay que ver esta película?
Tiene un personaje que se ha convertido en un mito a nivel mundial, pero de otra manera también tiene un mito a nivel de la comunidad hispana. Es un héroe y es un héroe que tiene un acento, y los [héroes] no lo tienen, hablan perfecto inglés y eso en la consciencia de los niños es algo muy importante.
Lo segundo, porque tenemos un tema a tratar de la película que se sale de lo común y se trata de una etapa por la que le mundo ha pasado en la que los niños se han visto también atrapados que es la pandemia, el confinamiento, el ver que afuera hay un mundo muy peligroso que les amenaza, que trae muerte, les han puesto mascarillas, les han quitado los colegios y de repente reflexionar sobre eso es bueno, en vez de darle la espalda.
Ver a un héroe como el Gato con Botas siendo vulnerable, siendo casi, casi un personaje existencialista, un personaje más complejo, más profundo más reflexivo, que en algunos momentos también se deprime, que no encuentra su camino hasta que de repente la amistad, perseverante de dos personajes, de Kitty [Hayek], la gatita amiga de él y Perrito, el nuevo personaje que irrumpe en su vida, lo vuelven a traer y le enseñan la importancia de vivir cada segundo como si fuera el más importante de su vida.
¿En qué te hizo cambiar esta pandemia a ti?
He pasado covid en tres ocasiones, tengo dos vacunas y tres infecciones de covid (risas). Yo creo que a todos nos hizo más reflexivos, lo que pasa es lo que los resultados después de haber salido de la pandemia no han sido muy buenos. En Europa estamos viviendo un guerra, una guerra de momentos local, pero que amenaza en convertirse en una guerra total que ha cercenado todas la fuentes de energía que Europa necesita para poder generar el estado de confort en el que vivíamos, y eso nos hace replantearnos muchas cosas.
Parece que estamos en el momento más bajo que ha tenido la humanidad a la hora de tener a líderes. Los líderes tienen un nivel bajo, eso hay que reconocerlo. Si nos ponemos a mirar, los líderes de los diferentes países estamos en un momento muy difícil.
Creo que las grandes celebridades y los grandes cerebros no quieren entrar en política. Yo creo que la política es un mundo que los corrompe a ellos, entonces se quedan en el mundo de la universidad, de la literatura y las artes y a la política solo están llegando gente muy egoísta, con muy pocos escrúpulos.
«Parece que estamos en el momento más bajo que ha tenido la humanidad a la hora de tener a líderes. Los líderes tienen un nivel bajo, eso hay que reconocerlo, si nos ponemos a mirar, los líderes de los diferentes países estamos en un momento muy difícil» expresó el actor.
El arte, el cine también tiene una obligación y es la de crear seres no manipulables, seres libres y seres independientes, bien sea a través de películas de entretenimiento como la que nos reúne hoy, o como a través de otras películas más series que acuden a festivales y que hay que ver. Tenemos que lanzar a la gente a las artes porque las artes la literatura y el cine y el teatro nos enseñan lo que somos.
El gato, sufre un cambio de actitud en esta película. Siempre huye y piensa solo en él, ahora por fin pondrá los pies en el piso. A lo largo de tu carrera has vivido algo similar. ¿Has perdido suelo?
No sé [mi] imagen pueda haber hecho a determinadas personas ver que yo perdí el suelo, pero el suelo siempre lo he tenido muy pegado a los pies. Lo que sí es cierto, es que han habido momentos en mi vida en los que me he sentido atrapado en ciertas circunstancias, la mayoría de ellas profesionales, que me fueron de alguna forma retirando de mi propia personalidad y lo que yo quería hacer. Lo que me volvió a poner fue la situación que tuve hace cinco años y medio, que tuve un problema físico que me recondujo a una vida mucho más coherente, mucho más razonable en la que vivo ahora y en la que estoy muy contento.