«Salió a divertirse y lo mataron unos salvajes, en patota como los cobardes que son. Justicia por los padres, hermanos, familiares y amigos. Perpetua para los asesinos”, manifestó con dolor Julio Buffarini tras el crimen de su primo futbolista en Córdoba.
Jesús Buffarini, de 23 años, fue asesinado la madrugada del domingo durante una pelea a la salida de un boliche de la localidad de General Cabrera, en la provincia de Córdoba.
Jesús, de 23 años y papá de una niña de apenas cuatro años, jugaba al fútbol en la Liga de Río Cuarto.
Esta muerte se investiga como homicidio preterintencional, que contempla aquel que se produce sin intención, por lo cual la pena no sólo no es de perpetua, sino que tiene un mínimo excarcelable, porque va de uno a seis años de prisión.
La familia Buffarini quieren demostrar lo que para muchos parece evidente, que la discusión que empezó en el boliche y siguió afuera tiene similitudes con el caso de Fernando Baéz Sosa, el adolescente asesinado por la patota de rugbiers de Zárate en 2020 en Villa Gesell.
Daniel Miralles, fiscal del caso, manifestó que Jesús murió porque, al recibir un golpe, cayó mal y dio la cabeza contra el piso, lo que le provocó el traumatismo de cráneo.
Según su actual hipótesis, el agresor no quiso matarlo, sino lastimarlo y el resultado fatal no fue buscado.
Fuente: Infobae