El hombre que está de moda en las canchas de fútbol es, sin duda, Erling Haaland. Su gran desempeño en los últimos meses, su capacidad anotadora continua, sus incesantes goles y su determinación ha generado no solo fascinación por ser la nueva promesa del fútbol, sino una gran envidia y recelo por parte de los grandes que temen ser desplazados por el joven noruego de tan solo 20 años de edad.
Bávaro, Punta Cana.- La nueva sensación y el nuevo talento del fútbol, es sin lugar a dudas, Erling Haaland, que con apenas unos meses en las canchas, se ha posicionado como uno de los mejores y sus anotaciones, sus magistrales goles, han sido catalogados como históricos, incluso comparables a las leyendas del fútbol.
Una de las características del noruego a la hora de combatir en las canchas, es su determinación, dinamismo y plena seguridad en cada uno de sus movimientos. Se le tilda como un jugador «agresivo e intimidante».
Su estilo, manejo del juego e incluso su leve arrogancia ante el balón, ha causado celos de los más grandes famosos de la historia del fútbol.
Ni Messi, ni Cristiano e incluso ni Maradona, han logrado el puntaje y los alcances de Haaland, haciendo un cuadro comparativo en sus mismas edades.
Mientras estas dos estrellas argentinas, en su época contaban con más de 40 goles, aún así no superan el récord del noruego. En este momento el único que lo ha podido superar es el mejor goleador de todos los tiempos, el reconocido Pelé, el cual a sus 20 años sumaba 141 goles.
«Kiricocho»: maleficio de penales
El noruego, evidentemente, ha levantado muchas envidias entre sus compañeros y combatientes. Tal fue el caso de la insólita batalla que se creó entre Haaland y el arquero marroquí Yassine Bounou, cuando éste lanzó una especie de «hechizo maléfico» para que su oponente errara el penal.
Erling Haaland se convirtió en el protagonista del empate que le dio la clasificación a cuartos de final de Champions League al Borussia Dortmund. Su éxito se enmarcó por el nuevo doblete que realizó en el Signal Iduna y por su participación que se produjo durante su segundo tanto.
El noruego se dispuso a patear un penal que de primera erró debido al «hechizo maléfico», con un término que ha recorrido el mundo en la historia del fútbol.
La leyenda del «Kiricocho» tiene sus inicios desde el fútbol argentino. Esta palabra era, nada más ni nada menos, que el apodo de un aficionado de Estudiantes de La Plata, según detalló hace algún tiempo, David Mosquera. La historia cuenta que cada vez que este fanático presenciaba una práctica dirigida por Carlos Bilardo sucedía un problema.
Desde entonces este «maléfico hechizo» ha sido utilizado en la historia del fútbol con la finalidad de que el oponente falle.
¿Mito o realidad?
El noruego se dispuso a patear su primer penal, y el arquero marroquí, inmediatamente lanzó el maléfico «Kiricocho».
Su hechizo dio resultados. Haaland falló ese penal. Remató a la izquierda y el guardameta del Sevilla lo paró, dejando un rebote que nuevamente tomó el noruego y que volvió a tapar. Sin embargo, el árbitro decidió que se volviera a patear, entendiendo que ninguno de sus pies estaba tocando la línea al momento de la ejecución.
Yassine Bounou, el arquero marroquí, estaba preparado para enunciar nuevamente el maleficio.
«Kiricocho, Kiricocho» enunció Bounou, pero en esta oportunidad su hechizo no dio resultados, ya que pese a la dificultad de Haaland para poder golear, logró el cometido y fue en ese instante cuando el delantero se vengó y le realizó un «contrahechizo». Repitió todas las veces posibles el término, incluso desencadenó una rencilla en los vestidores.