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La hora oscura para la educación

La pandemia ha  desencadenado una crisis sin precedentes a nivel continental, pasando por la obvia debacle de la salud hasta esperada crisis económica, pero sobre todo la crisis educativa y social.

Bávaro Punta Cana.- Uno de los sectores más afectados por la pandemia del Covid-19 ha sido el educativo. De acuerdo a la UNESCO hay más de 1 mil millones de estudiantes afectados a nivel mundial, lo que representa el 15% de la población en todo el planeta Tierra. La educación siempre se ha visto afectada en los cambios estructurales de una socieddad, y sobre todo en las crisis sociales, políticas y económicas.

 
El Caso Dominicano.- Debido a esta enorme crisis mundial República Dominicana se ha visto obligada, como los demás países a eficientizar y aumentar el uso de la conectividad y plataformas virtuales en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Al inicio del año escolar en curso, desde el mes de noviembre del 2020, habiendo un retraso de más de 2 meses, el gobierno programó una inversión de alrededor de 30 mil millones de pesos para la adquisición de equipos informáticos, destinados a maestros y estudiantes, con la finalidad de llevar los contenidos educativos en línea y así ganarle la carrera a la pandemia. Sin embargo la burocratización de los procesos de compra y contrataciones, provocaron un retraso en la adquisición de estos instrumentos, los cuales no han llegado en su totalidad a manos de los dos segmentos fundamentales en el proceso de enseñanza-aprendizaje: maestros y alumnos.

Pero a estos problemas se une otra realidad; un alto porcentaje de estudiantes proceden de hogares, donde existen precarios servicio de energía eléctrica y carecen de servicios de internet. Fue en esa circunstancia que las autoridades, consideraron la masificación de la educación por medio de la radio y la televisión. Estos dos medios de comunicación, juegan un papel de primer orden en la entrega de contenidos a miles de estudiantes en  la República Dominicana. El programa «Aprendemos en Casa», una propuesta pedagógica del Ministerio de Educación, ha sido el mejor aliado en este año escolar.Se ha complementado por medio de los cuadernillos, que son un material didáctico, que contienen los contenidos o mediadores de aprendizajes a trabajar. Están diseñados articulando las áreas del conocimiento. Los mismos llevan por nombre; «Aprendemos en Casa», lo cual significa un aprendizaje desde el seno de la familia o con la supervisión de un adulto. Los padres y o tutores tienen un papel primordial en el proceso de apropiación de los conocimientos de sus hijos y dependientes; sin lugar a dudas uno de los elementos más significativos de este proceso es el momento en que se logran los aprendizajes de los estudiantes.

Cabe destacar que no todos los padres o tutores pondrán el mismo interés o tendrán la disponibilidad para ayudar a sus hijos. Hay un alto porcentaje de niños, que no están recibiendo orientación por distintas circunstancias.En la presentación del programa «Aprendemos en Casa», Jaime Tolentino, presidente de la Asociación de Padres Madres y Tutores de la República Dominicana, dijo unas palabras que son dignas de reflexionar: » No debe quedarse un solo estudiante sin recibir docencia, tenga o no conectividad, cada familia debe asumir el reto de apoyar a sus hijos en estos momentos de dificultad».

A partir del 6 de abril 48 municipios volvieron a la educación semipresencial, pero no se ha visto la asistencia, por parte del estudiante, como se esperaba. La presidenta de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), Xiomara Guante, informó la semana pasada, que la nueva modalidad semipresencial está siendo afectada por la ausencia de estudiantes. Explicó, que en los reportes que ha recibido la institución, predominan quejas de los maestros por la ausencia de estudiantes. Aseguró, que no todos los centros educativos, ubicados en los 48 municipios seleccionados pudieron iniciar.

En días pasados, el MINERD recibió más de medio millón de tabletas electrónicas, para apoyar la educación a semi-presencial, pero estas  llega cuando faltan solo tres meses para finalizar el curso escolar.

Pero más allá de todas estas situaciones que se están viviendo debido a la pandemia, hay algo fundamental, que es el desarrollo del niño en su área socio-emocional. Las clases presenciales son de vital importancia para la formación de las habilidades cognitivas, físicas y sociales de los niños; crean oportunidades y equilibra las desigualdades sociales, pues no sólo se basan en la instrucción, sino en la socialización y gestión de conflictos.

Los centros educativos son espacios donde se fomenta la sociabilización, se desarrollan habilidades tanto intelectuales como afectivas, dando la oportunidad y posibilidad para un desarrollo autónomo fuera del núcleo familiar. En este sentido, ¿cómo serán estos niños en el futuro, que se están formando frente a una tableta electrónica, sin tener la posibilidad de interactuar con sus pares y fomentar habilidades para poder trabajar en grupo, desarrollando sus emociones y códigos comportamentales?

Pero también hay que considerar que muchos niños no van sólo a la escuela para adquirir conocimientos, sino que allí encuentran el afecto que no hay en sus hogares, la interrelación con sus pares y también muchos, en especial en la educación pública, la alimentación de la cual carecen. 

Nada sustituye la interacción física entre los niños u adolescentes, entre el docente y  alumnos. Es necesario, por el bien de los futuros ciudadanos, tomar las medidas pertinentes como nación para que nuestros niños y adolescentes vuelvan a sus centros de estudios. 

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