Bávaro, Punta Cana.-El gobierno del presidente Nicolás Maduro, ofreció el jueves recompensas de hasta 500.000 dólares a quienes colaboren con las autoridades en la captura de los líderes de una de las mayores bandas criminales de Venezuela, que suelen atacar a los agentes de los cuerpos de seguridad que por cualquier razón se acerquen a las barriadas desde donde operan.
Los delincuentes fueron identificados como Carlos Luis Revete, alias “Coquii”; Garbis Ochoa Ruiz, alias “El Galvis”, y Carlos Calderón, alias “Vampi”.
El anuncio fue difundido en la estatal Venezolana de Televisión, que no suele ocuparse del tema delictivo en sus pautas informativas. De acuerdo con informes de prensa, la banda opera desde 2014.
Hace 24 horas que esta banda tiene a la ciudad de Caracas bajo fuego debido a que fuerzas policiales hirieron a un delincuente de otra banda «amiga». Las balaceras en las últimas horas “han mantenido en zozobra a los vecinos”, reportó la televisión estatal.
A través de Twitter, la ministra de Interior y Justicia, la almirante en jefe Carmen Meléndez, indicó que desde la tarde del miércoles “grupos estructurados de la delincuencia organizada pretenden socavar la paz de varios sectores de Caracas». La ministra prometió que las “autoridades no descansarán hasta garantizar la estabilidad y resguardar a nuestro pueblo”.
El anuncio de las recompensas se produjo días después de que delincuentes dispararan ráfagas al aire y contra transeúntes y vehículos, en ocasiones en rechazo a cualquier acción policial contra otras bandas y por la esporádica presencia de policías en las cercanías de las barriadas de la avenida conocida como la Cota 905.
Varios aliados de Maduro han dicho que las acciones recientes de bandas como la de “El Coqui” serían parte de un complot para desestabilizar el gobierno socialista y que esos delincuentes tendrían vínculos con “algunos líderes negativos de la oposición”.
Los adversarios de Maduro, por su parte, rechazan tajantemente las acusaciones en su contra y sostienen que el poderío que han adquirido las bandas criminales en Venezuela son fruto del fracaso de las políticas de seguridad pública del gobierno, entre las que se incluyó el retiro de las fuerzas policiales para promover el desarme voluntario de la población.