Bávaro, Punta Cana.- El arquero sin brazos, Matt Stutzman, se ha convertido en la gran revelación de este año tras obtener en el 2012, en Londrés, medalla de Plata. Su caso es realmente atípico, ya que nació sin brazos y fue dado en adopción a los 4 meses de nacido, pero a pesar de todos los obstáculos, rechazos y vicisitudes, Stutzman, eligió dedicarse a lo que paradójicamente sería imposible según su condición. Decidió ser arquero. Esta profesión imperativamente necesita que el practicante o el que ejecuta esté bien formado y posea brazos firmes y adiestrados, pero una vez más este hombre nos enseña que las limitaciones no existen si hay voluntad y ganas.
«Nací sin brazos, pero no sin voluntad. Con el tiempo he comprendido que puedo hacer un montón de cosas sin ellos, y uno es el tiro al arco. Se me da bastante bien y estoy orgulloso de ser miembro del equipo paralímpico», manifestó el arquero.
El arquero sin brazos que asombró al mundo en los Juegos de Londres 2012 con su peculiar forma de lanzar las flechas, que volvió a centrar los focos en los de Río 2016 y que este viernes regresa a la competición paralímpica en Tokio.
Aprendió a utilizar otras partes de su cuerpo para disparar las flechas. Utiliza el pie izquierdo para colocarla mientras sostiene el arco con el derecho. Luego tensa la cuerda hacia atrás, con la flecha, usando un artilugio sujeto a su hombro derecho. Por último, mueve la mandíbula para activarlo y soltar la flecha.
El experto en tiro al arco, usa como lema: «imposible es un estado mental», del cual hace alusión que no existen las limitaciones cuando hay interés y voluntad.
Añade que sus padres adoptivos son sus héroes ya que le inocularon este pensamiento y son los responsables de su talento y disciplina. Expresa que la gente siempre te dirá que no podrás, pero solo uno mismo coloca sus límites. «Rápidamente me di cuenta de que no me iba a preocupar por lo que los demás pensaran de mí. La gente siempre me va a mirar. La gente sigue mirando hasta el día de hoy», comenta el Matt.
Curiosamente, comenzó en el tiro con arco cuando trataba de dar respuesta a una preocupación que no paraba de rondarle la cabeza. «No encontraba trabajo y estaba bastante deprimido. Nadie con hijos se siente bien cuando no puede cuidar de ellos. Yo cazaba con rifle cuando era joven y un día tuve una idea: coger un arco y cazar un animal para llevarlo de comida a casa. Puse en Google ‘cómo cazar sin brazos’ y no había nada», relata. Así que ideó su propia fórmula. «Por eso avancé tan rápido, porque quería aprender para llevar comida a casa», confiesa.
En una oportunidad en Río de Janeiro tuvo un incidente con una flecha agrietada, a lo cual reflexiona y analiza: «Esa flecha fue especial porque pude aprender mucho de ella. En realidad no aprendí tanto de mis medallas porque cuando te va bien crees que lo tienes claro, pero cuando las cosas van mal es cuando aprendes las lecciones para hacerte mejor».
Sin duda, este hombre ha dado una lección de vida a muchos, que sin la décima parte de limitantes que podría tener Matt, se quejan y no logran alcanzar sus metas porque no tienen la disposición, la voluntad y las ganas de salir adelante, pero sobre todo, «creer en sí mismos».