Taiwán. El ejército taiwanés desplegó el jueves nuevas maniobras con fuego real después de que China, que continúa con sus amenazas de tomar el control de la isla, culminase sus mayores ejercicios militares alrededor de ella.
Lou Woei-jye, portavoz del Octavo Cuerpo del Ejército de Taiwán, dijo a AFP que sus fuerzas dispararon obuses y bengalas como parte de un simulacro defensivo el jueves por la mañana.
El ejercicio desplegado en la zona más meridional de la isla, Pingtung, empezó a las 08H30 locales (00H30 GMT) y duró una hora, afirmó. El martes ya había realizado otro en el mismo lugar.
China reaccionó con furia ante el viaje a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, la visita estadounidense de más alto rango en décadas a esta isla de gobierno autónomo.
El ejército chino respondió con varios días de ejercicios marítimos y aéreos alrededor de Taiwán que han llevado las tensiones a su nivel más alto en años.
Taiwán ha acusado a China de aprovechar la visita de Pelosi para ensayar una posible invasión de la isla.
El ejército de la isla restó importancia a sus maniobras militares y dijo que estaban programadas de antemano antes de las realizadas por China.
“Tenemos dos objetivos con las maniobras, el primero es certificar las condiciones adecuadas de artillería y su mantenimiento, y el segundo es confirmar los resultados del año pasado”, agregó Lou.
Taiwán realiza habitualmente simulacros militares para defenderse de una invasión china.
El jueves, el ejército de la isla dijo haber detectado 21 aviones y seis barcos chinos operando en el estrecho de Taiwán, sin especificar si estaban realizando operaciones.
De ellos, 11 aviones cruzaron la línea media, una demarcación no oficial entre China y Taiwán que Pekín no reconoce.
La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, dio las gracias a las tropas en una visita este jueves al cuartel general de las fuerzas aéreas.
“La amenaza militar de China no ha disminuido”, dijo en un comunicado publicado en Facebook.
“No escalaremos el conflicto ni provocaremos disputas, defenderemos firmemente nuestra soberanía y seguridad nacional, y en primera línea la democracia y la libertad”, añadió.
El último ejercicio llega después de que China anunciase el fin de sus maniobras, señalando que sus fuerzas han “completado con éxito varias tareas” en el estrecho de Taiwán.
En el mismo anuncio, China dijo que “continuará realizando entrenamiento militar y preparándose para la guerra”.
En un libro blanco publicado el miércoles por la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado chino, los autores aseguran que Pekín “no renunciará “al uso de la fuerza” y se reserva “la opción de tomar todas las medidas necesarias”.
“Estamos listos para crear un vasto espacio para la reunificación pacífica, pero no dejaremos lugar para actividades separatistas de ningún tipo”, afirma el libro blanco.
La última vez que China publicó un libro blanco sobre Taiwán fue en 2000.
El ministerio taiwanés de Relaciones Exteriores se pronunció el jueves contra el modelo de “un país, dos sistemas” que Pekín propone para la isla.
“Todo el pronunciamiento chino va absolutamente en contra del statu quo (entre China y Taiwán) y su realidad”, declaró en conferencia de prensa la portavoz del ministerio, Joanne Ou.
“China utiliza la visita de (…) Nancy Pelosi como excusa para destruir el statu quo, aprovecha la oportunidad y busca problemas, intentando crear una nueva normalidad para intimidar al pueblo taiwanés”, agregó.
Por su parte, la Oficina de Asuntos Taiwaneses del Partido Comunista de China dijo el jueves en un comunicado que las “acciones rebeldes (de Taipéi) son una bofetada en el rostro y no pueden detener la tendencia histórica de reunificación” con China continental.
En Washington, Nancy Pelosi defendió el miércoles su visita. Afirmó que se siente “muy orgullosa” de su delegación y que China utilizó su presencia como “pretexto” para lanzar sus ejercicios militares.
“No permitiremos a China aislar a Taiwán”, declaró Pelosi a periodistas.
Luego de que los militares chinos anunciaron el fin de sus maniobras, el ejército taiwanés dijo que iba a “ajustar cómo desplazamos nuestras fuerzas (…) sin bajar la guarda”.
Desde la década de 1990, Taiwán pasó de ser una autocracia a una democracia bien establecida y ha visto la emergencia de una identidad taiwanesa propia.
Las relaciones entre las dos partes se han deteriorado desde 2016, cuando llegó al poder la actual presidenta Tsai Ing-wen, cuyo Partido Progresista Democrático no considera a Taiwán como parte de China.