PUNTA CANA. Parientes de la venezolana Jeisi Puerta Bonito, quien murió electrocutada en el residencial Pueblo Bávaro, del Distrito Municipal Verón-Punta Cana, explican que todavía no han podido recibir sus restos por falta de dinero para pagar a la funeraria el servicio de cremación.
La tragedia sorprendió a esta joven cuando apenas tenía 22 años, y se disponía a iniciar un negocio de repostería aquí en la zona. Limpiaba el establecimiento y pisó unos cables eléctricos que le dieron una descarga mortal que acabó en el acto con su vida.
Eso ocurrió el 12 de marzo del 2020. Es decir, hace un año y siete meses, y su familia en Venezuela aún no ha podido recibir sus restos. En principio, lo que estaba establecido era llevar el cuerpo sin vida a la nación suramericana, pero República Dominicana experimentaba los primeros días de la pandemia y los vuelos se complicaron en todos los aeropuertos.
Por esta razón, optaron por cremar el cuerpo de Jeisi, porque así sería más fácil trasladar sus cenizas. Al menos, eso pensaron sus parientes. Y así lo hicieron. Contrataron los servicios de la funeraria Blandino, en la capital, y allí volvieron cenizas la anatomía de esta joven venezolana, quien dejó su patria en busca de mejor suerte para ella y sus seres queridos.
Angustia
Lo que no imaginaron los padres y hermanos de Jeisi, es que las cosas se complicarían. La funeraria pasó la factura de los servicios realizados al cadáver, pero no sólo cobró la cremación, sino los demás trabajos realizados previo a que la familia tomara la decisión de optar por la cremación.
En total, la funeraria está cobrando 104 mil pesos, detallados y justificados de la siguiente manera: 63 mil pesos por la cremación; 18 mil por trasladar el cadáver desde Bávaro a la capital; 15 mil por servicios profesionales y 8 mil 500 pesos por el embalsamiento.
Para colectar esta cantidad de dinero, fue menester apelar a la solidaridad de la comunidad venezolana radicada en Verón-Punta Cana, y a todo aquel que quisiera identificarse con esta causa.
La iniciativa para reunir el dinero del pago a la funeraria estuvo a cargo de la familia Mendoza, también venezolana, y propietaria del negocio de venta de comida “El Rincón Venezolano”, ubicado en Pueblo Bávaro. Y como Jeisi trabajó en ese lugar durante más de un año, entonces los Mendoza se ofrecieron para ayudar.
Para esos fines, la señora Juliexi Mendoza, hija de los señores Freddy y Judith Mendoza, publicó en medios y redes sociales la solicitud de ayuda, acompañada de una foto de Jeisi y una cuenta bancaria para los interesados en colaborar.
Pero pasaron días, meses y el primer año de la fatídica muerte de Jeisi, y su cadáver seguía en la funeraria por falta de dinero para saldar la deuda por los servicios prestados. Conforme pasa el tiempo, la angustia e impotencia de sus parientes en Venezuela crece como bola de nieve, porque desean tener los restos de Jeisi y todavía no pueden.
Confusión
Tras todo este tiempo sin poder trasladar el cadáver a Venezuela, no fue hasta ayer miércoles cuando los padres de Jeisi recibieron de los Mendoza la suma de 800 dólares producto de la colecta. Ya antes habían depositado en cuenta bancaria otros 200 dólares, lo que indica que, según los Mendoza, en un año y siete meses solamente pudieron reunir mil dólares.
Jerixon Puerta, hermano de Jeisi, dijo a este medio que al recibir esta suma se sintieron extrañados. Esto así, debido a que, según explica, solamente el propietario del local donde Jeisi pondría la panadería donó 500 dólares para trasladar su cadáver a Venezuela, y devolvió otros 500 dólares que ella le había entregado como pago de alquiler.
“Sólo el propietario del local devolvió 1,000 dólares. O sea, ¿más nadie dio nada?”, pregunta Jerixon, confundido. Informó que en los próximos días viajará a República Dominicana para agilizar los trámites de entrega de cenizas de su hermana. Las cenizas de Jeisi siguen en la funeraria.