Bogotá, (EFE).- La salsa caleña recibió este lunes de forma oficial el reconocimiento de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación, un «gran regalo» con el que además se celebran los 486 años del nacimiento de la tercera ciudad colombiana más importante, Santiago de Cali.
«¿A qué les suena Cali? Sin duda alguna, les debe sonar a salsa. Un ritmo y ensamble perfecto que llena cada rincón de la ciudad de alegría, pasión y sonrisas. ¡Un sonido único que le ha permitido a Cali ser conocida mundialmente como la #CapitalDeLaSalsa!», celebró la ministra de Cultura, Angélica Mayolo.
Mayolo, acompañada del alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, asistió este lunes al acto oficial en el que se hizo entrega del reconocimiento del Complejo Musical Dancístico de la Salsa Caleña como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación.
A lo largo del día están programados diferentes actos enmarcados en un «plan de acción para promover el fortalecimiento y posicionamiento cultural inmaterial» de la salsa.
Esto engloba las prácticas, saberes y tradiciones alrededor de la salsa caleña, que va más allá del baile y la música.
Músicos, orquestas, compositores, bailarines, coreógrafos, artesanos de zapatos, diseñadores de trajes, sastres y artistas gráficos, entre muchos otros, han construido y hacen parte del tejido cultural de la «sucursal del cielo en la tierra».
La responsable de la cartera de Cultura agradeció a «todos los colectivos salseros, bailadores, bailadoras, melómanos y coleccionistas, por mantener viva la tradición salsera».
El reconocimiento se ha conseguido en el marco del Plan de Salvaguarda impulsado desde la Alcaldía de la ciudad para proteger una de facetas culturales más características de Cali.
«Para Cali es una noticia histórica, que tiene connotación global», celebró el secretario Distrital de Cultura, Ronald Mayorga. «Estamos dispuestos a cuidar lo caminado, a conservar y a proteger todas esas narrativas, todas esas historias, esos productos que Cali ha creado durante años», con el reto de «dar nuevos pasos», agregó Mayorga. EFE