PUNTA CANA. En el contexto de la competencia por la dirección distrital de Verón-Punta Cana, se observa un escenario político marcado por una serie de estrategias y enfoques diferenciados entre los competidores.
La posición actual del director distrital, Ramón Ramírez (Manolito), quien pertenece al opositor Partido de la Liberación Dominicana (PLD), enfrenta un desafío significativo debido a la presencia de otros candidatos y a la dinámica política regional.
Analicemos las estrategias y perfiles de los competidores involucrados:
Ramón Ramírez (Manolito): La estrategia del actual director distrital, Ramón Ramírez, se ha centrado en establecer contactos no solo con los miembros de su partido, el PLD, sino también con el oficialismo, representado por el Partido Revolucionario Moderno (PRM).
En cada acto público en esta zona turística, Ramón Ramírez aparece en primera fila o en los primeros asientos de la mesa de honor. Tiene una dualidad que lo favorece frente a sus rivales políticos: Ramírez es director distrital y a su vez candidato a la reelección para dirigir nuevamente la Junta Municipal del destino turístico más importante de la región del Caribe, Punta Cana.
Incluso, hay actos y acciones oficialistas donde Ramírez, siendo de un partido opositor, llega primero que los dirigentes locales del PRM.
Para muestra, un ejemplo práctico. Recientemente, el ministro de Turismo, David Collado, estuvo inspeccionando la construcción de la carretera Domingo Maíz. Las primeras fotos circuladas en redes mostraron a un director distrital sonriente y complacido junto a David Collado.
En ese encuentro y mucho menos en las fotos aparecieron dirigentes del PRM, que son los compañeros de partido de Collado. Esta jugada, a todas luces indica un intento de Ramírez de apelar a la colaboración interpartidaria y demostrar su disposición para trabajar en conjunto por el desarrollo de la demarcación.
Además, el hecho de que haya recibido personalmente al ministro Collado durante una inspección crucial de infraestructura, como la carretera Domingo Maíz, sugiere un esfuerzo por consolidar su imagen como líder comprometido con el bienestar de la comunidad.
Sin embargo, también es notable su participación en proyectos de envergadura que trascienden el ámbito municipal, como el albergue de ancianos, lo que podría interpretarse como un intento de fortalecer su visibilidad.
Crucito Báez: Como representante de la Fuerza del Pueblo, Crucito Báez ha optado por un enfoque de contacto directo con las comunidades, demostrando su propuesta y compromiso a través de interacciones personales. Aunque no se involucra tanto en estrategias de dádivas u operativos, su énfasis en la comunicación directa y la presentación de propuestas puede generar un impacto positivo en sectores que valoran la cercanía con los líderes políticos.
Steeven García: Aunque aún no es candidato oficial del PRM, Steeven García ha basado su campaña de posicionamiento en operativos médicos y la promoción de la transparencia y la rendición de cuentas en el uso de los recursos públicos. Su discurso se enfoca en la gestión eficiente de los recursos y la responsabilidad hacia la comunidad. Al criticar a Ramón Ramírez por presuntos descuidos en asuntos municipales, García busca presentarse como una alternativa más eficaz y preocupada por los problemas locales.
Otros Candidatos: Los candidatos restantes enfrentan el reto de darse a conocer en una demarcación turística dominada por figuras políticas ya establecidas. Su falta de visibilidad puede limitar su capacidad para captar la atención de los votantes, a menos que logren implementar estrategias efectivas de campaña y presentar propuestas atractivas y relevantes para la comunidad.
En conclusión, la competencia por la dirección distrital de Verón-Punta Cana presenta una variedad de enfoques estratégicos entre los competidores.
Ramón Ramírez busca consolidar su posición a través de colaboraciones interpartidarias y proyectos de envergadura, Stiven García se enfoca en operativos médicos y donaciones diversas, y predica la transparencia y la rendición de cuentas.
Crucito Báez apuesta por el contacto directo con las comunidades. El desafío principal radica en cómo cada candidato puede comunicar sus propuestas de manera efectiva y generar el respaldo de una población que valora tanto el desarrollo local como la responsabilidad política.
El resultado de esta competencia dependerá en gran medida de la capacidad de los candidatos para conectar con los votantes y abordar sus preocupaciones de manera convincente.