Verón-Punta Cana. Pese a los esfuerzos de las autoridades locales por retirar a los niños, adolescentes y jóvenes de los semáforos en la turística localidad de Verón-Punta Cana, la problemática persiste.
Los menores y también jóvenes mayores de 18 años continúan pidiendo dinero y lanzando esponjas mojadas a los vehículos que se detienen en los semáforos, una práctica que no solo pone en riesgo su integridad física, sino que también representa un peligro para los conductores y la seguridad vial en general.
La exposición constante al tráfico vehicular representa un grave riesgo para estos menores. Al estar en medio de las vías, se enfrentan a la posibilidad de ser atropellados, sufrir lesiones graves e incluso perder la vida.
Además, la falta de supervisión adulta adecuada los hace vulnerables a otros peligros, incluyendo la explotación y el abuso. Para los conductores, la presencia de niños en los semáforos es una distracción significativa.
El lanzamiento de esponjas mojadas a los vehículos puede causar sustos y reacciones inesperadas, lo que aumenta el riesgo de accidentes. En un área de alta densidad turística como Verón-Punta Cana, cualquier incidente de tráfico puede tener consecuencias graves, no solo para los involucrados directos sino también para la imagen del destino turístico.
Las autoridades locales han implementado programas para retirar a estos menores de las calles, ofreciendo alternativas como educación y apoyo social.
Sin embargo, estos esfuerzos han enfrentado múltiples desafíos, incluyendo la falta de recursos y la resistencia de algunas familias que dependen de esta actividad para su sustento diario.