PUNTA CANA. Mientras que el presidente Luis Abinader acusa a un «pequeño grupo de particulares haitianos» de llevar a cabo un «trasvase ilegal» del río Masacre para beneficiarse económicamente, el Gobierno de Haití hizo público su apoyo a la continuación de las obras en el canal.
«Sí, el canal debe construirse. Sí, hay que esforzarse para que el agua llegue a los canales como es debido. Sí, es a través de la solidaridad y la unidad como puede regarse la tierra de (la llanura de) Maribahoux», afirmó este jueves en un comunicado el Ministerio haitiano de Agricultura, dirigido por Bredy Charlot.
Esta decisión haitiana agrega un nuevo matiz al conflicto, justo cuando el presidente Abinader dijo ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas que quienes construyen el canal son grupos particulares, insinuando así que la obra no contaba con el aval de las autoridades haitianas.
IMPLICACIONES
La decisión del Gobierno de Haití de apoyar la construcción del canal en el río Masacre tiene importantes implicaciones. En primer lugar, aumenta la tensión entre los dos países vecinos, que ya han tenido disputas históricas en su frontera compartida. La postura haitiana puede ser vista como un desafío a las acusaciones de República Dominicana y puede complicar aún más la búsqueda de una solución pacífica.
El conflicto en torno al canal en el río Masacre se produce en un momento en que se están haciendo esfuerzos para estabilizar la situación en Haití a través de la autorización de una fuerza multinacional por parte de la ONU.
El conflicto en torno al canal en el río Masacre también podría tener un impacto en las relaciones diplomáticas de Haití y República Dominicana con otros países. Las tensiones entre vecinos pueden afectar las alianzas y colaboraciones en la región y más allá.
