PUNTA CANA; Recientemente, el ayuntamiento de Higüey honró a Frank Rainieri con el título de Hijo Meritorio, un reconocimiento que engrandece a quien ha dedicado su vida a la creación y consolidación de la joya turística más brillante de la República Dominicana: Punta Cana.
Este homenaje representa un tributo a un visionario que, con valentía y determinación, supo convertir lo imposible en realidad. Desde sus inicios, Rainieri fue un soñador que vio en un rincón apartado de la costa oriental del país una oportunidad que pocos pudieron imaginar.
Cuando otros solo veían playas desoladas, Frank Rainieri visualizó un destino turístico que atraería a millones de visitantes de todo el mundo. Pero su camino no fue fácil. Con tenacidad enfrentó obstáculos, desde la construcción de la primera pista de aterrizaje hasta la creación de uno de los aeropuertos más importantes del Caribe.
No fue solo la infraestructura lo que edificó, sino una visión de hospitalidad que colocaría a Punta Cana en el mapa global. El reconocimiento otorgado por el Ayuntamiento de Higüey, más que un gesto simbólico, reafirma la importancia de su legado en la industria turística nacional.
La figura de Rainieri ha trascendido los límites empresariales para convertirse en un referente del progreso dominicano, siendo un hombre que no solamente transformó un paisaje, sino que revitalizó la economía local y nacional.
Hoy, hablar de turismo en la República Dominicana es hablar de Frank Rainieri, por sus aportes tangibles e irrefutables, por haber construido una marca país de la que todos los dominicanos nos sentimos orgullosos. No reconocer su legado sería una muestra de ingratitud y miopía. Rainieri ha transformado un paisaje, ha forjado sueños y oportunidades para miles, y consolidó a Punta Cana como un emblema de éxito y progreso. Merecido reconocimiento.
