Punta Cana. Durante las ponencias se han tratado los temas más importantes para mantener y salvaguardar la calidad de vida del adulto mayor tomando en cuenta las comorbilidades y la propia sintomatología de la edad.
La geriatría es una especialidad médica dedicada al estudio de la prevención, diagnóstico, tratamiento y la rehabilitación de las enfermedades en las personas de la tercera edad.
Hace solo una década, era común escuchar que cuando una persona cumplía los 60 años llegaba a la tercera edad.
La gran mayoría de quienes viven esta etapa de la vida quieren seguir sintiéndose útiles, activos y ojalá laboralmente disponibles todavía, pero sus remuneraciones son más bajas.
María Claudia Vargas, especialista en geriatría, dijo que esta especialidad tiene estudios de nutrición para las personas mayores, ya que no tienen la misma alimentación de antes, y por esa razón hay que tenerle bastante cuidado en ese aspecto.
Manifestó que en la geriatría no solo se caracterizan por cuidar de la salud física del adulto mayor, sino también de su salud mental, movilidad, así como la funcionalidad. Para que puedan ser capaces de hacer todo lo que hacían cuando eran más jóvenes.
“Nos preocupamos en saber cómo está la memoria, formas de las que pueden realizar algunas actividades y en cuál de ellas necesitan ayuda” manifestó.
Esta especialidad también se encarga de saber si puede caminar bien, porque con el aumento de la edad tienden a caminar más lento.
Vargas explicó que de las pérdidas de memorias, algunas son tratables. Hay un tipo de demencia que si se detectan a los primeros seis meses, las cuales se pueden producir por falta de hormonas o vitaminas, pueden ser revertidas y así evitar que haya un daño prolongado.
Los objetivos que persigue se centran en satisfacer las necesidades de la población mayor en diferentes ámbitos y detallados de tal manera, como el fomento de la atención integral,siendo valores imprescindibles la dignidad de las personas mayores, el bienestar y la calidad de vida, la autonomía, entre otros.
La puesta en práctica de cuidados de calidad, tener en cuenta las diferencias individuales y las historias de vida. De igual forma es importante establecer la participación activa de ellos.
Asimismo organizar, desarrollar e implementar el plan de cuidados, el mantenimiento de una visión dinámica del proceso de envejecimiento.
Ya que cada persona que envejece lo hace de manera distinta y tenerlo en cuenta es fundamental en la prestación de atención y cuidados.