La apnea del sueño es una afección frecuente en la que la respiración se detiene y se reinicia muchas veces durante el sueño. Eso puede impedir que el cuerpo reciba suficiente oxígeno. Tal vez deba hablar con su proveedor de atención médica sobre la apnea del sueño si alguien le dice que ronca o respira con dificultad mientras duerme, o si tiene otros síntomas de mala calidad del sueño, como somnolencia excesiva durante el día.
Hay dos tipos de apnea del sueño.
- La apnea obstructiva del sueño ocurre cuando las vías respiratorias superiores se bloquean muchas veces durante el sueño y eso reduce o detiene por completo el flujo de aire. Este es el tipo más habitual de apnea del sueño. Cualquier cosa que pueda estrechar las vías respiratorias, como obesidad, amígdalas grandes o cambios en los niveles de hormona , puede aumentar el riesgo de apnea obstructiva del sueño.
- La apnea central del sueño ocurre cuando el cerebro no envía las señales necesarias para respirar. Las afecciones médicas que influyen en la forma en que el cerebro controla las vías respiratorias y los músculos torácicos pueden provocar apnea central del Para diagnosticar la apnea del sueño, el proveedor puede indicarle que realice un estudio del sueño. Los dispositivos para respirar, como las máquinas de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP), y los cambios en el estilo de vida son tratamientos habituales para la apnea del sueño. Si esos tratamientos no funcionan, es posible que se recomiende cirugía para corregir el problema que está provocando la apnea del sueño. Si la apnea del sueño no se diagnostica y no se trata, es posible que la calidad de su sueño no sea suficiente. Eso puede traer dificultades para concentrarse, para tomar decisiones, para recordar cosas o para controlar el comportamiento. La apnea del sueño también se relaciona con problemas de salud graves (en inglés).