La ministra principal del Gobierno escocés, Nicola Sturgeon, explicó que durante dos semanas los bares, pubs, y restaurantes deberán cerrar en cinco áreas del centro de Escocia, entre ellas Glasgow y Edimburgo, para frenar el repunte del coronavirus.
En una intervención ante el Parlamento autonómico, Sturgeon precisó que, a partir de este viernes a las y hasta al menos el 25 de octubre, los establecimientos en las zonas de Greater Glasgow & Clyde, Lanarkshire, Ayrshire & Arran, Lothian y Forth Valley solo podrán servir comida para llevar.
La única excepción serán los hoteles -solo para huéspedes- y las cafeterías sin licencia para vender alcohol, que podrán abrir hasta las 18.00 para prevenir «el aislamiento social».
En el resto de Escocia, durante este periodo los locales tendrán que cerrar el servicio en su interior a las 18.00 y no podrán ofrecer alcohol, aunque sí podrán hacerlo en las terrazas, hasta las 22.00 de la noche.
En las zonas del centro, con más número de contagios, la líder independentista recomendó no usar el transporte público excepto para trayectos esenciales, como «ir al trabajo cuando sea inevitable o ir a la escuela», y se aconseja no salir de la propia área geográfica.
Además de los establecimientos de hostelería, en el «cinturón central» se cerrarán a partir del 10 de octubre las boleras y las salas de bingo y de billar, se suspenden los deportes de contacto para los mayores de 18 años (salvo profesionales) y los actos al aire libre, aunque los gimnasios permanecerán abiertos.
Sturgeon explicó que, si se permite la apertura parcial de los establecimientos de hostelería en la medida de lo posible, es para tratar de «salvar empleos» y por los «beneficios para la salud mental» de la población.
Dijo que estas nuevas restricciones, «que no son un confinamiento pero pueden experimentarse como un retroceso», son necesarias para contener el avance del virus, que, si no se detiene, llegará «a finales de mes al pico de infecciones visto al inicio de la pandemia», en marzo.
Con 5,45 millones de habitantes, Escocia registra actualmente una media de 788 nuevos contagios diarios, lo que supone un crecimiento de en torno al 7 % cada día, con un aumento de los ingresos hospitalarios del 80 %, dijo.
Ante las críticas de la oposición laborista por el alcance de las restricciones, Sturgeon dijo que son «absolutamente necesarias» y recordó que se revisarán dentro de dos semanas.