Punta Cana. La República Dominicana conmemora este jueves, el 206 aniversario del natalicio de Francisco del Rosario Sánchez, político y líder independentista dominicano, considerado uno de los Padres de la Patria.
Con la conmemoración del natalicio de Sánchez el país concluye el ‘Mes de la Patria’, que inició con el día del nacimiento de Juan Pablo Duarte, el 26 de enero de 1813.
Rosario Sánchez nació en Santo Domingo, el 9 de marzo de 1817 y fue miembro de la sociedad secreta «La Trinitaria», la cual en 1844 lideró un alzamiento contra Haití y el 27 de febrero izó la bandera y proclamó la independencia en la Puerta de la Misericordia vociferando el lema ¡Dios, Patria y Libertad!
Al igual que otros trinitarios, Francisco del Rosario Sánchez fue apartado del poder y desterrado una vez alcanzada la independencia.
En abril de 1855 fue enviado al exilio en Curazao y regresó en agosto de 1856. Sánchez manifestó su oposición a las gestiones de Pedro Santana y en agosto de 1859 fue encarcelado por su oposición a las mismas. Por tercera vez, en septiembre, fue enviado al exilio en Saint Thomas.
Desde su exilio y sin recursos económicos mantuvo sus ideales de lucha contra la potencial anexión. Apeló por la unidad de todos los dominicanos y viajó hacia Haití e intentó convencer al presidente haitiano Fabre Geffrard para que le apoyara en un proyecto de invasión al territorio dominicano con la finalidad de evitar la posible anexión de la nueva nación a España.
A su regreso del exilio, Sánchez comenzó su vida política y ocupó importantes posiciones en los gobiernos de Jiménez, Santana y Buenaventura Báez. Nombrado fiscal ante el Tribunal de Apelación de Santo Domingo fue quien llevó la acusación contra Antonio Duvergé en el primer juicio que le hizo Santana. A partir de entonces pasó a ser defensor público y recibió una licencia de la Suprema Corte de Justicia para ejercer.
El 1 de junio de 1861, Sánchez penetró a territorio dominicano cruzando por Hondo Valle, Vallejuelo y El Cercado donde cayó en una emboscada y su grupo de rebeldes fueron capturados y trasladados a San Juan de la Maguana.
«Para enarbolar el pabellón dominicano fue necesario derramar la sangre de los Sánchez, para arriarlo se necesita también la de los Sánchez», fueron las últimas palabras Sánchez antes de ser fusilado el 4 de julio a los 44 años de edad.
