Bávaro Punta Cana.- Hoy Marileidy Paulino vistió de gloria a todo un país. Logró medalla de plata en los 400 metros planos y de esa forma entra en las inmortalidad del Olimpo. La preparación de Marileidy ha sido muy activa y ha ido poco a poco batiendo records y quebrando marcas personales.
Fue la primera atleta de campo y pista en lograr su clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Todo el trabajo realizado ha culminado con una medalla de plata en la carrera de relevo mixto 4×400 metros, y se engalanó de plata en los 400 metros planos.
Pero esta historia comienza muchos años detrás, antes de que ni ella imaginara que podría estar en unos Juegos Olímpicos, mucho menos competir por medalla, y también muy lejos de Japón.
En la escuela Aliro Paulino de Nizao, municipio de la provincia Peravia, Marileidy comenzó a tener contacto con el deporte.
“En la escuela, con mi profesor de educación física fue que descubrieron mi potencial. Nos puso a saltar a todos, tanto niños como niñas, y él vio que le gané en el salto a todas y a todos, y solo dijo: ¡Bueno, ésta es!”, le relató Marileidy a los medios poco antes de marcharse a Tokio.
Paulino cuenta que el profesor hizo algunos contactos con entrenadores en la capital y al verla decidieron que tenía aptitudes tanto para el voleibol y para el balonmano.
“Aunque decían que era buena. Tuve que dejar el voleibol. Cuando servía, golpeaba el balón muy duro y este siempre termina fuera. Eso no me gustaba, y dije esto no es para mí”, relata Marileidy. Así acabó el posible sueño de Paulino convertirse en una Reina del Caribe, pero justo inició otro.
«Me dijeron que tenía talento para el balonmano, practiqué con los equipos y quien sabe, tal vez pude haber pertenecido a la Selección Nacional, pero había un rumbo divino que me tenía preparado otro destino», manifiesta.
Este viernes, 8:35 de la mañana en República Dominicana, fue el clímax de una carrera que inició como dice Marileidy: “Por un plan de Dios”.
Antes de salir a Tokio Marileidy había expresado: «Mi objetivo es poder brindarle al pueblo dominicano, a mi familia, a mi entrenador y a todas mis amistades, una buena participación y que sea Dios que me dé la medalla, si es su voluntad».