Clave para superar la pobreza
La pobreza material en la que vive más de un millón de hogares es la mejor muestra de la desigualdad de un país que se ufana en dar a conocer avances en muchas áreas de la economía, y en resaltar las grandes riquezas que estos progresos dejan a un grupo muy reducido de la población.
La pobreza se traduce en falta de educación de la población, carencia o mala calidad de los servicios básicos, malos servicios de salud en centros asistenciales públicos, mala calidad de las vías de acceso terrestre. También en falta de oportunidades para que una persona que nace en este territorio tenga la posibilidad de crecer feliz, libre de violencia, de disfrutar de una infancia en la que se preserve y respete su inocencia.
La pobreza se manifiesta en esa imposibilidad de que los nacidos aquí puedan crecer en una casa decente, disfrutando del acceso a la educación de calidad, sin que esto implique que para ello la familia deba poseer grandes cantidades de recursos para pagar colegios privados. Y que luego de que ese o esa joven crezca, pueda insertarse en la actividad laboral, sin que para ello sea necesario contar con el político amigo o el empresario amigo de un amigo, que le de la oportunidad de trabajar en su empresa.
Todos desde que tenemos uso de razón estamos escuchando hablar de una lucha contra la pobreza que nunca termina. Esta anunciada lucha por parte de diversos gobiernos que hemos tenido no es más que un simple enunciado, palabrería hueca carente de acciones que verdaderamente enfrenten este flagelo.
Luchar contra la pobreza es facilitar los medios para que cada ciudadano pueda alcanzar sus sueños de acuerdo a sus esfuerzos y con el acompamiento de un Estado responsable, que apadrina, que se la «picha fácil» a quienes tienen menos posibilidades económicas pero que quieren crear su microempresa. Un Estado que incentiva la creatividad, que persigue la innovación promovida por su propia gente.
Siempre he creído que la clave para superar la pobreza es: educación-preparación, oportunidades para obtener puestos laborales bien retribuidos, emprendimientos facilitados y protegidos por el Estado dominicano, mediante gracias fiscales de por lo menos un año, con una verificación y acompañamiento de las aurtoridades fiscales que puedan encaminar a esa micro, pequeña o mediana empresa a fortalecerse y desarrollarse. Si hacemos esto, estaremos asegurando un mejor futuro para nuestro país y la llamada lucha contra la pobreza dejaría de ser simple palabrería de politicastros.