Punta Cana. Si llevas tiempo sufriendo de dolor abdominal sin causa aparente es posible que tengas adherencias abdominales.
Las adherencias abdominales son bandas de tejido cicatrizal que se forman dentro del abdomen, entre dos o más órganos o entre los órganos y la pared abdominal.
Estas pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero las más comunes se encuentran en el aparato gastrointestinal, el corazón y la pelvis.
Se produce por el daño del tejido debido a la cirugía, al trauma, a la infección, o a las células de los gatillos de la radiación en la carrocería tal como macrófagos y fibroblastos para comenzar el proceso de la cura.
Este proceso da lugar a la formación de bandas del tejido o de las adherencias de la cicatriz, que crean un interfaz entre los tejidos que no se ensamblan generalmente juntos.
Mientras que estas adherencias ellos mismos son sin dolor, generan las complicaciones adherencia-relacionadas que pueden causar dolor y la obstrucción, que, a veces, pueden ser potencialmente peligrosas para la vida.
La diagnosis de adherencias abdominales se hace típicamente con la ayuda de la laparoscopia.
Este procedimiento implica el usar de una cámara para visualizar los órganos dentro de la cavidad abdominal. Las pruebas rutinarias tales como radiografías, exploraciones del CT, y trabajo de la sangre son inútiles en el diagnóstico de la adherencia sí mismo. Sin embargo, son grandes opciones en determinar complicaciones adherencia-relacionadas como la obstrucción del intestino, que restringe el movimiento de la comida, del líquido, del taburete, y de gases intestinales.
Síntomas.
Los síntomas incluyen: dolor abdominal, distensión abdominal, estreñimiento, retención de gases, náuseas y vómito.
Tratamiento.
Tratar una adherencia abdominal depende extensamente de los problemas adherencia-relacionados, de la situación de la adherencia y del fragmento a los cuales se forma.
Hay dos técnicas quirúrgicas primarias usadas para tratar adherencias abdominales: laparotomía y laparoscopia. En laparoscopia, se hace una pequeña incisión y con la ayuda de la cámara, se cortan y se liberan las adherencias. Esta técnica se conoce como adhesiolysis y se hace bajo anestesia general.
