Esta favorece el bienestar en general, ayuda a regular las emociones, y crea felicidad y relajación en la vida cotidiana.
PUNTA CANA. El origen de la música es desconocido debido a que tiempo atrás no se utilizaban instrumentos musicales para interpretarla, sino la voz humana, o la percusión corporal (disciplina que crea sonidos y ritmos usando únicamente partes del cuerpo).
Las personas aman la música por la variedad de objetivos y funciones sociales que esta representa. La misma, no solo sirve de acompañamiento en celebraciones como por tradición se escucha, sino que funciona como vehículo para comunicar creencias, valores y formas de comportamientos.
Escucharla también favorece el bienestar en general, ayuda a regular las emociones, y crea felicidad y relajación en la vida cotidiana. También puede trasladarnos a un estado de ánimo mucho más positivo, recordar momentos felices, aumentar la autoestima y la confianza en nosotros mismos.
La música contribuye a relajar el cuerpo, además le hace frente a la ansiedad en la vida diaria. Las vibraciones que produce, incluso puede equilibrar el sistema inmunológico y acabar con bloqueos emocionales y con los conflictos que llevan a la ansiedad.
MÁS BENEFICIOS
Escuchar música de baja frecuencia induce a la relajación, y facilita y mejora el sueño. Esto ayuda a que nos pongamos en un estado saludable: los efectos del estrés y la ansiedad desaparecen.
Otros beneficios que aporta es que ayuda al estado de ánimo, ya que libera endorfinas, estas son las hormonas del buen humor.
La música es más importante en la vida de los seres humanos de lo que quizás muchos pueden imaginar y es que también ayuda a liberar sentimientos reprimidos y a mejorar los síntomas de depresión y las emociones relacionadas como son la ansiedad, ira, tristeza o frustración. Si tie ne mensajes positivos es un refuerzo subliminal para mejorar el estado emocional.
Especialistas en psicología recomiendan escuchar 20 minutos de música instrumental o vocal al día para luchar contra la depresión, ya que crea felicidad y relajación en la vida cotidiana. También puede trasladarnos a un estado de ánimo mucho más positivo, recordar momentos felices, aumentar la autoestima y la confianza en nosotros mismos, aunque claro, también momentos tristes.
La música nos acompaña en todo momento. Mientras trabajamos, nos desplazamos en el auto o en la calle caminando. Ella nos conecta a niveles con los que ninguna otra obra de arte puede hacerlo. Tiene el poder de transportar información que llega al mismo tiempo a múltiples niveles de nuestro ser; varias notas y ritmos se mezclan logrando combinaciones únicas que se graban en nosotros.
La música además es capaz de despertar emociones y estados de ánimo en nosotros. Mucho se ha hablado del “Efecto Mozart” y la importancia de la estimulación temprana con música en los bebés incluso antes de nacer. Tanto así que, escuchar música sentimental, agresiva o de alta tensión provocan en las personas y en los grupos sociales diversos efectos.