PUNTA CANA. Una peluca es una cabellera postiza de pelo sintético o natural, usado principalmente por motivos estéticos. Aunque muchos las usan para disimular su pérdida de cabello.
Los egipcios eran buenos elaborando pelucas que se confeccionaban con cabellos naturales y hoy día se conservan buenos ejemplos de las mismas en diferentes museos del mundo. En el caso del lejano oriente, solo se usaban entre los actores, por ejemplo, están las pelucas katsura, usadas en el
teatro tradicional japonés.
Estas, de igual modo, eran populares en la época clásica, en Grecia y Roma. En el siglo I A.C. tuvieron gran aceptación las pelucas rubias en Roma, confeccionadas con cabellos de
los pueblos germánicos sometidos por el Imperio.
Es importante resaltar que la iglesia en aquellos tiempos, trató de eliminar en varias ocasiones el uso de estas, por la relación con actividades festivas. Sin embargo, en el 629 d. C.
el Concilio de Constantinopla excomulgó a los cristianos que se resistieran a prescindir de dicho complemento y fue así como a partir de la caída del Imperio Romano el uso de pelucas entró en decadencia.
Posteriormente, en el siglo XVI se
volvió a rescatar el uso de pelucas con la finalidad de compensar la calvicie. Estas también tenían el propósito de prevenir la tiña y los piojos, enfermedades muy frecuentes en aquella época debido a las malas condiciones de higiene, así
como encubrir la suciedad.
El rey Luis XIII de Francia puso de moda a partir del siglo XVII que los hombres llevaran pelucas. Estas se introdujeron en el mundo anglosajón en la época del rey Carlos II Inglaterra durante la restauración del trono en Inglaterra después de un largo exilio en Francia. Estas pelucas llegaban a la altura de los hombros, imitando los largos cabellos tan de moda entre los hombres desde la década de 1620. Siendo las pelucas una prenda obligatoria para los hombres de prácticamente toda extracción social, el gremio de los peluqueros, que se estableció en Francia en 1665, ganó un prestigio considerable.
En esa época eran muy elaboradas y cubrían fácilmente los hombros y el pecho. Las más caras se elaboraban con cabellos humanos, no obstante, había materiales alternativos más
económicos como el pelo de caballo y cabra.
Ya para el siglo XIX existía una gran variedad de pelucas disponibles, si bien las que eran completas no estuvieron de moda a lo largo de dicho siglo y a principios del XX, pues las utilizaban las damas mayores que habían perdido su cabello.
AUGE Y COSTOS
En la actualidad, las pelucas están teniendo gran aceptación y son combinadas con distintos oufits, además de que, dependiendo la calidad, pueden llegar a costar miles de pesos, lo que los convierte en un nuevo símbolo de
estatus en la cultura popular.
Este mercado experimentó un gran crecimiento cuando celebridades como Paris Hilton, comenzaron a normalizar su uso, hasta convertirse en una declaración de moda en el
mundo.
¿CÓMO SE FABRICAN?
Se fabricaban con cabello humano,
pero también se utilizaba pelo de animales, especialmente de caballo y cabra, o fibra de algodón. Las extensiones de pelo se usaron para crear peinados elaborados, ricos en ondas, bucles e incrustaciones (de joyas y otros objetos más o menos extravagantes). Sin embargo, pronto los motivos se hicieron más complejo y requirieron tanto estructuras más complicadas como tiempos de preparación más dilatados. Así fue como inició la era de las pelucas.