Una de las obras más emblemáticas de la cinematografía, en cuanto a la vida de Jesús de Nazaret, es la de su Pasión, la cual relata los momentos más duros y traumáticos que padeció Jesucristo en la Cruz del Calvario. Sin duda se refiere a la agonía que padeció Cristo desde su oración en el huerto de Getsemaní, hasta su muerte en la cruz.
Bávaro, Punta Cana.- «La Pasión de Cristo», es sin duda una de las etapas más dolorosas y trágicas que padeció Jesús de Nazaret al ser juzgado por el pueblo judío ante el Imperio Romano, y por ende condenado a la pena máxima de la época, la crucifixión.
Tenemos una mala concepción del significado de pasión, ya que la palabra pasión, desde el punto de vista etimológico, proviene del término latino passio, el cual a su vez deriva de pati, que quiere decir «aguantar», «sufrir» o «padecer».
En tal sentido, la pasión de Cristo remite a los sufrimientos que Jesús, centro de la fe cristiana, tuvo que padecer tras ser condenado a muerte por parte de las autoridades, que interpretaron su mensaje religioso como una amenaza para el status quo.
Para la fe cristiana, la Pasión de Cristo, su sacrificio y crucifixión significa un vehículo para la «Salvación», ya que todos estos momentos estaban predestinados con un fin y misión. El Hijo de Dios debía morir en la Cruz del Calvario para redimirnos y con su sangre, limpiar el pecado del mundo. Con este sacrificio el hombre podría tener comunión directa con Dios y así recibir el perdón de sus faltas.
Desde el punto de vista teológico, la Pasión y muerte de Jesús, entendida como el sacrificio por excelencia por el que todos los pecados son perdonados, invalida y suprime el concepto de sacrificio tradicional. Por lo tanto, para el cristiano, el sacrificio se circunscribe al ámbito simbólico como expresión del amor a Dios, ya que no existe sacrificio mayor que el de Jesús.
La crucifixión, a su vez está relacionada con la resurrección del Hijo de Dios, la cual simboliza que Él forma parte de esa Trinidad, y al mismo tiempo, dándole una esperanza al hombre de que hallaremos vida eterna en su nombre.
Todos los hechos de la Pasión de Cristo están relatados en los evangelios canónicos de Mateo (capítulos 26 y 27), Marcos (14 y 15), Lucas (22 y 23) y Juan (18 y 19), disponibles en el Nuevo Testamento de la Biblia.
«Sabéis que dentro de dos días se celebra la pascua, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado». Mateo 26:2
«No está aquí; ¡ha resucitado! Recuerden lo que les dijo cuando todavía estaba con ustedes en Galilea: “El Hijo del hombre tiene que ser entregado en manos de hombres pecadores, y ser crucificado, pero al tercer día resucitará”». Lucas 24:6-7
«Y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre». Apocalipsis 1:5
En estos versículos bíblicos se resume una pequeña porción del momento de la Pasión, y posteriormente la Resurrección.
Su Pasión en una película
La película estrenada el 2004 y dirigida por Mel Gibson, relata las últimas doce horas de agonía de Jesús. Toma en cuenta los textos apócrifos y, en particular, las visiones de Anna Katharina Emmerick (1774–1824), quien habría recibido detalles de la Pasión, a través de revelaciones del mismo Jesús.
Tiene como actores principales a Jim Caviezel como Jesús de Nazaret y a Maia Morgenstern como la Virgen María. Para dar más realismo, la película fue rodada en arameo, latín y hebreo, las lenguas corrientes en los tiempos de Jesús.
Esta producción cinematográfica, causó suma expectación desde su estreno, debido a la crudeza, el relato del acontecimiento tan verídico de los momentos de agonía de Jesús.
Fue candidata a tres Premios Óscar. Ganó veintidós premios cinematográficos y fue candidata a otros trece.
Los momentos que relata esta película son; La oración y la agonía en el huerto de Getsemaní, la flagelación de Jesús, la coronación de espinas, el viacrucis, crucifixión, muerte de Jesús, y por último su resurrección.
Ha sido una de las producciones con más recepción en el mundo del cristianismo, ya que ha estampado la vida de Jesús sin reservas, sin filtros y sin sutilezas. Una cruel historia, explícita y verídica, la cual vale la pena retomar en esta Semana Santa a modo de nutrición histórica o espiritual.
A modo de reflexión, la mejor síntesis del mensaje de la Pasión de Jesús, se resume en Juan 11:25. «Jesús le contestó: «Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en Mí, aunque muera, vivirá…»