«Todos debemos orientarnos hacia una cultura del agua. Es fundamental desarrollar un Programa de Educación en torno a las aguas de la provincia La Altagracia y en todo el país», manifestó Domingo Abreu Collado.
Bávaro, Punta Cana.- Bajo la producción de Ricardo Ripoll, Domingo Abreu Collado y la dirección de Javier Arvelo, se ha realizado un valioso documental titulado «Las aguas de La Altagracia corren peligro». La intención del cortometraje, es concientizar a la población de La Altagracia y de toda la República Dominicana, a impulsar una cultura del agua y generar políticas de protección del vital líquido. El documental se encuentra en la plataforma de Youtube.
La provincia La Altagracia se encuentra en el llano costero. Este es el acuífero más importante de toda la República Dominicana, por su extensión y por el flujo que ocurre debajo de la superficie. Por el mismo hecho de ser un acuífero costero, esas aguas corren hacia la costa interactuando con las aguas marinas.
La mayor parte de los hoteles y restaurantes de Bávaro y Punta Cana, se abastecen de agua de pozos. Si no hubiera pozos en la región, no existieran los lujosos hoteles. Esa es su única fuente de abastecimiento. El turismo que se desarrolla en el país está localizado en zonas donde la principal fuente de suministro de agua dulce es de pozos, lo que acelera la intrusión salina. Estudios recientes apuntan que la intrusión salina está generando muchos problemas en el Este.
La Altagracia y la planicie costera, requieren un plan de ordenamiento acorde con su riqueza natural. El desarrollo de la provincia La Altagracia depende de la protección de sus aguas y todas nacen en el subsuelo.
Según el ingeniero hidrólogo, Rafael Damirón, las grandes cavidades que se encuentran en el subsuelo se pudieran llamar ríos subterráneos: «nosotros no tenemos ríos caudalosos en la región del Este, son todas aguas subterráneas».
El pediatra Héctor Camarena, explica la grave situación de la República Dominicana en cuanto a la contaminación de las aguas y que ésta se debe a la contaminación de los suelos. Expone, que: «la potabilización del agua debe ser una política del Estado. En Higüey no hay un acueducto en condiciones, pues aún esa obra no está concluida».
Por su parte el doctor David de Oleo, apoya esta posición diciendo: «todas las industrias, todos los comercios se abastecen de aguas subterráneas. El estado dominicano no tiene control de esa extracción de aguas, ni del tratamiento que se les da a los pozos. Las cantidades de basura que se mantienen en los vertederos de Bávaro, contaminan severamente las aguas del subsuelo».
Omar Bros, ecologista de la Asamblea Nacional Ambiental, mantiene que hay una falta de conciencia con los recursos naturales. Alega que: «No hemos entendido que somos un polo turístico y dependemos del agua. Como tal debemos proteger nuestro hábitat. Es mandatoria una planificación y un seguimiento al uso que se le da al recurso acuífero en la construcción inmobiliaria y hotelera en el Este».
Explica que no hay un manejo gubernamental adecuado en el tema de las aguas y que el desarrollo indiscriminado sin políticas de protección están contaminando este vital recurso.
En cuanto al municipio Verón-Punta Cana, cree que se está creando una situación inmanejable, por la falta de planeación para la protección de los recursos acuíferos. Explica Domingo Abreu Collado, ambientalista de la Asamblea Nacional Ambiental, que Higüey está sufriendo de escasez del preciado líquido y los higüeyanos no tienen otras aguas que las subterráneas. «¡Higüey no tiene agua en sus llaves y con tanta agua! Hay más cantidad de aguas en el subsuelo de la que se ve en las superficies», dice.
Hace un llamado de alerta a la sociedad, pues debemos cambiar nuestros patrones y reeducarnos con el tema del agua. Debemos enrumbarnos hacia una cultura del agua. «Las acciones inteligentes, nuestros esfuerzos, tienen que estar dirigidos hacia el cuido de la naturaleza, por ende el de nuestras aguas. Solo hay una forma de proteger las aguas del subsuelo, cuidando la superficie, el suelo, la vegetación, los lugares de infiltración y las cavernas. Todo bajo un estricto ordenamiento territorial. La población de La Altagracia debe hacer conciencia de que las aguas de su presente, futuro y de su desarrollo no pueden ponerse en peligro. Las construcciones excesivas e innecesarias, representan un grave riesgo para las aguas», manifestó. Coinciden Omar Bros y Domingo Abreu Collado que necesitamos una Ley de Protección de las Aguas, una ley que garantice: AGUA PARA TODOS POR DERECHO.