Verón. En noviembre de 2013, el Bulevar Turístico del Este fue inaugurado con gran pompa y ceremonia. Su construcción, resultado de una inversión estatal de aproximadamente 110 millones de dólares, prometía ser un símbolo de progreso y desarrollo para la región.
Sin embargo, 11 años después, la realidad es completamente diferente. La vía se encuentra en un estado deplorable, con hoyos que se extienden a lo largo de considerables tramos, transformándola en una trampa mortal para los conductores que la transitan diariamente.
Desde su inauguración, la vía ha sido fundamental para el desarrollo turístico y económico de La Altagracia. No obstante, el Ministerio de Obras Públicas, el mismo que se encargó de su construcción, ha abandonado su mantenimiento, dejando que el deterioro progresivo ponga en riesgo la vida de los miles de ciudadanos que diariamente transitan por esta infraestructura vial.
Cada día, cada hora y cada minuto, los conductores se ven obligados a hacer malabares para esquivar los peligrosos huecos, con el constante temor de sufrir un accidente o de provocar uno.
A pesar de que las autoridades de la provincia de La Altagracia están al tanto de la situación, su indiferencia es evidente. La falta de acción refleja una desidia alarmante, que no solo ignora el colosal gasto que representó la construcción de esta obra, sino que también desestima la seguridad de los usuarios de esta vital vía de comunicación.
Los habitantes y turistas que transitan por el Bulevar Turístico del Este claman por una respuesta urgente y efectiva. El deterioro de esta carretera no solo afecta la economía local y el turismo, sino que también representa un grave peligro para la seguridad vial.
Aunque parece importarle un bledo, el Ministerio de Obras Públicas está obligado a asumir su responsabilidad y tomar las medidas necesarias para restaurar la integridad de esta importante arteria de comunicación.