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Las amenazas de la competitividad, resiliencia y la sostenibilidad dominicana

Por derecho y debe como nación conservar, la estabilidad y la continuidad como Estado, la vida y el bienestar de sus ciudadanos. Cada día surgen nuevos riesgos y amenazas que afectan a la Seguridad Nacional. Lo que significa, la adecuación de la acción del Estado para protegerla, garantizar su defensa y principios y valores constitucionales. Como presidente dominicano, Luís Abinader utiliza como medio oportuno y adecuado para ser garante de ese estado, sin importar el terreno, generar confianza. Consenso de la respuesta para enfrentar los retos de su competitividad, resiliencia y sostenibilidad.

El panorama actuales de adversidades consecuencias del Covid-19 y el conflicto en el este de Europa con efectos inflacionarios. Al ser la economía dominicana dependiente de las importaciones nos coloca a la defensiva. Buscar los medios, créditos y facilidades para mitigar esta causalidad agudiza su vulnerabilidad. El delito transaccional como el narcotráfico, los fenómenos naturales y climáticos como los atmosféricos nos tiene de rodillas y, donde la generación eléctrica está marcada por la agenda impuesta por los gestores de los combustibles, tal vez sólo nos protege la Virgen. Ahora bien, la cuestión de la migración haitiana es suficiente para que República Dominicana se sienta expuesta como Estado-nación.

En tal sentido, prevenir, controlar y ordenar los flujos migratorios en una de su prioridad, postergarla acrecienta la amenaza y el presidente dominicano lo dice a los cuatro vientos. Ante un país como Haití donde la miseria, el miedo, la corrupción y la violencia aprietan como tubo dental y la presión lo hace huir como flujo migratorio hacia el este de la isla de Santo Domingo, como país está compelido a darle el frente.

¿Es la cuestión haitiana una significativa amenaza para el país?

Este panorama que se podría visualizar, el camino que nos conduce a convertirnos como país, en una sociedad de 80/20, es decir donde 80% de población sea de origen extranjero y 20% de dominicano aterra. Estresa el sistema de salud el destinar más del 5% de su presupuesto para atender las demandas de una población extranjera, mayoría sin regularizar sus y estatus, 96% procedentes de Haití. A nivel nacional el 30% de los partos en hospitales son de mujeres haitianas y en Higüey el 60%, inquieta, como motivo para encararlo. El cuadro que exhiben sectores como el de la construcción en Verón-Punta Cana donde sus trabajadores de mayoría de origen haitiano, es práctica contraria a la ley y la Constitución Dominicana, sostener el Estado Social, Democrático y de Derecho. En consecuencia, las existencias de gettos, enclaves o población extranjera en una parte de su territorio, sin controles y en condición migratorio de irregularidad representan un cóctel tóxico, un eminente peligro, calificado por el presidente Abinader de amenaza nacional durante su intervención en la Cumbre de las Américas en los Ángeles, donde pidió a la comunidad internacional actual sobre la crisis que vive Haití.

La realidad que se vive en barrios como Villa Playwood, Mata Mosquito y el Hoyo de Friusa, Verón-Punta Cana, la Altagracia son solo muestras de poblados de alta incidencia haitiana, cuya dinámica social está marcada por esta población, motivo de preocupación, ya no solo por salud y seguridad pública , sino cultural, los valores que sustentan su imagen, su identidad son difusos. Pues en estas localidades imperan lo de los haitianos donde lo de los dominicanos esta en un segundo plano, el comercio informal es ejercido por los haitianos, el chenchén compite con el arroz. Este costo, de entrada ya es importante sobre todo para el presupuesto de salud y educación, lo que significa un dolor de cabeza para las autoridades de la nación, el hecho de tener que darle seguridad y auxilio a extranjeros que llegan al país en condiciones de vulnerabilidad, razón para que causa angustia, por sus implicaciones. Y como presidente tener que enfrentarlo prácticamente solo como país es cuesta arriba, por cuanto un peligro para la resiliencia dominicana, le agrega otro costo a la inversión en su imagen como país, como marca le cuesta lidiar con ese horizonte, circunstancia que marca su agenda, ardua la competitividad y confusa la sostenibilidad

¿Cuál ha sido la apuesta del presidente Abinader?

Estar susceptible ante sus amenazas, débil para enfrentarlas, con derecho para reclamar en diferentes escenarios internacionales, apoyo, que la comunidad internacional sea parte de la solución de este desafío. Por un ser país receptivo turístico, de inversión extranjera, los convida a invertir para afianzar su fortaleza, en su competitividad, resiliencia y sostenibilidad. Cada reto es importante, pero la de migración obliga a ponerle más atención, a la intervención de todos, tiene en jaque a la región.

Generar confianza mediante acciones y decisiones es difícil, desmontar la percepción que se llegó a constituir en un momento determinado el país, considerado, difícil para garantizar el Estado de derecho demandó superarla, ponerse de pie, ganar competitividad como Estado, agregarle valor con su forma de gobernar, fue la apuesta. Este escenario represento una oportunidad, definir estrategias para atravesar esas dificultades. Constituido como presidente Constitucional Luis Abinader entendió la importancia del acercamiento internos y externos con los agentes económicos, con los sectores para escucharlos y consensuar formas para la recuperación económica mediante la protección sanitaria y el factor confianza como garantía.

Cumbre y otros escenarios internacionales como oportunidades

En esa dirección, aprovechar los encuentros internacionales, otra clave. El presidente Abinader viajó en septiembre del 2021 a Nueva York para intervenir en la 76° Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). También participó de la apertura de los debates en el salón de la Asamblea General de la ONU. En su ponencia, el manifestó sobre el relanzamiento económico del país, los problemas que hemos tenido que enfrentar durante la pandemia como nación, el endeudamiento, la migración haitiana y el cambio climático. En el Foro Económico Mundial 2022, en la ciudad de Davos, también aposto, auspició confianza como parte de la estrategia que el gobierno implementa para impulsar el turismo del país, cuyos resultados que se exhiben hoy ya es un referente internacional, lo de FITUR y la OMT fueron mensajes claros. Y en la IX Cumbre de las Américas, celebrada en Los Ángeles, California, donde expuso ante representantes de naciones amigas los «tres temas urgentes que amenazan el bienestar y el crecimiento» de la República Dominicana.

Plantear a la comunidad internacional, ya no solo para establecer la forma como fueron superados los desafíos de orígenes externos, sino la participación, su contribución como socios y aliados en la seguridad internacional, emanada de convenios internacionales, ratificar esos compromisos mundiales, regionales y bilaterales como forma de restablecer la esperanza como país, su imagen desfigurada. Es en ese contexto apelar a la cooperación, a nivel nacional y multilateral, como Estados a enfrentar los riesgos y amenazas que perjudican la seguridad ciudadana e internacional ante la interdependencia global. Todo que lo ponga baja amenaza la estabilidad política-económica-social-medioambiente de República Dominicana tiene efectos negativos en el flujo turístico internacional, la inversión extranjera, para su competitividad, resiliencia y sostenibilidad significa pérdida, aumento del riesgo como país, baja calificación en los mercados financieros, bajas en los precios de las emisiones, bonos y otras obligaciones financieras internacionales. En fin, a que como país sean entendidas sus amenazas donde la migración ilegal y de que sus efectos están más allá de sus fronteras. Sus costos internos y la solidaridad humanitaria dominicana manifiestas, son reconocidas por todos los países, la cuestión es la participación efectiva de todos en la solución, más participación y menos espalda.

Respuesta conjunta

De modo que toda acción manifiesta o supuesta que pone en riesgo al Estado-nación es una amenaza. Los valores culturales, sus símbolos e imágenes como país están bajo ataque y como presidente dominicano lo conoce, busca y genera consenso por la confianza reconocida. Aclama por la unidad para responder a la forma como se presenta, planificar contraataques disuasivo y preventivo. De igual manera, la nación dominicana realiza procesos que se tienen que agotar, pero antes vive un estado que sigue siendo peligroso. Identificadas sus amenazas y enmarcar acciones representa la estrategia para defenderse de ese estado. Conocidos los peligros es el camino para minimizar sus efectos, constituirlos en oportunidades, en fortalezas.

De ahí su importancia, concientizar, contagiar positivamente con respuesta conjunta a un riesgo compartido, poner en evidencia que las respuestas unilaterales y aisladas no son eficaces en el contexto actual, el cual demanda defensa colectiva, multidisciplinares, coordinada como país en sintonía con comunidad internacional, a pelar fórmulas para encarar las amenazas comunes, La seguridad es cuestión de todos.

Responsabilidad ante el país

Como presidente Constitucional su deber es protegerla los valores, principios instituciones que ella se consagran, responder ante un Estado social en pleno ejercicio de los derechos libertades, etc. Además, es su debe, tanto conservar la paz y la seguridad internacionales como parte de sus compromisos para sumar confianza en este caminar, como parte del concierto de naciones. Igual, contener los embates de una migración desbordada, ya considero como una cuestión de defensa nacional, de nación. Más allá de las pretensiones, de no ver la situación de los inmigrantes y trabajadores haitianos en el país y de la presión de algunos países para que como nación, el gobierno dominicano provea de documentos oficiales haitianos a todos los inmigrantes y trabajadores que se encuentran en el país. Sus respuestas han sido planeadas con determinación, no cargar sólo con este problema, y pone de manifiesto que ya como país ha dado mucho, sin tener suficiente para atender a sus ciudadanos, sobre todo a los vulnerables por los que está obligado a socorrer. El no firmar en los Ángeles la “Declaración de los Ángeles sobre Migración y Protección” fue por que no se corresponde a los intereses de los dominicanos.

Oscar Quezada
Oscar Quezada
Soy un periodista que ama escuchar y contar historias, y con eso lucho cada día. Trato de hacerlo con relatos sencillos y entendibles para todos. Estudié en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
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