VERÓN. Vivimos en una época en la que la tecnología nos facilita la vida y nos hace sentir más cerca de nuestros seres queridos a pesar de la distancia en la que nos encontremos, pero, a veces estas mismas herramientas nos alejan y aíslan.
El mal manejo que muchas parejas tienen con la tecnología ha provocado que se alejen, al estar más pendiente a los teléfonos que a la misma persona cuando están juntos.
No es raro entrar a un restaurante, por ejemplo, y ver como una pareja sale a cenar, lo que se supone es para pasar un momento agradable, y se mantienen pegados al teléfono móvil. Allí solo se ve que su cuerpo está presente, pero la mente alejada de ese momento y lugar con los aparatos electrónicos en manos. Esto ocurre con frecuencia, muchas personas no se comunican adecuadamente por no poder evitar el abuso de estos aparatos tecnológicos, situación que provoca conflictos y alejamiento en la relación.
Por otra parte, se han dado muchos casos, según estudios de parejas que han terminado en los últimos años, presuntamente por el uso del móvil o de las redes sociales. Pues es una realidad que estas brindan mayores probabilidades de contactar con antiguas parejas o aventurarse en nuevas relaciones.
Según un estudio de la Universidad Brigham Young, en Estados Unidos, que evaluó a 143 mujeres que vivían con su pareja para calcular qué tanto interferían la tecnología en su relación. El 70 por ciento de ellas afirmó que eran un obstáculo, pues interrumpían al menos una vez al día los pocos momentos libres que disfrutaban junto a su compañero, como las horas de las comidas, cuando conversaban o se iban a acostar. Esto, en consecuencia, las hacía sentir desanimadas y poco satisfechas con la relación.
En conclusión, podemos afirmar que la tecnología como tal no es negativa, siempre y cuando se le dé el uso correcto, aunque esto dependerá de los principios de cada uno.